jueves, 22 de septiembre de 2011

[SiHae] M i l k

Título: Leche
Fandom: SiwonxDonghae
Tipo: Oneshot
Clasificación: [PG-17]
Comentarios:
Dedicado a Yuki y a la amiga cochina que jamás conoceré.

M I L K 


Donghae corrió hacia el interior de la casa desde el patio trasero, sólo llevaba sus shorts de baño, su pecho completamente al descubierto y algo bronceado por la exposición al sol podía observarse húmedo, las gotas de agua y sudor chorreaban por toda su piel, así como sus cabellos que caían despreocupados sobre su frente. Llevó una mano hacia el rostro, barriendo con las gotas que amenazaban con caerle en los ojos y haciendo su mojado flequillo hacía atrás. Había un calor de los mil demonios aquel domingo, y el y su mejor amigo y compañero de casa, Siwon, habían decidido salir y dedicar el domingo libre de estudios que tenían para pasarla bien un rato. Ambos vivían en las afueras de Londres, en una pequeña cabaña que el tío de Siwon les había prestado mientras concluían un semestre de arquitectura fuera de su natal Corea.  El juego en sí era muy simple, correr antes de que el otro te moje con la maguera, cubos de agua o pistolas de agua que tuviese a la mano. En pocas palabras, empaparse para intentar disminuir el calor de una forma más divertida que simplemente tomando una ducha fría. Donghae caminó por la sala, dejando el rastro de su andar en acuosas huellas sobre la duela de madera, llegó hasta la cocina y abrió la nevera, se inclinó, repasando con la mirada el contenido del electrodoméstico, llevando una mano hacia el interior para sacar una caja de leche a medio tomar, sonrió al observar el frío cartón, paseando la lengua por sus labios saboreando ya el blanco líquido helado.

“Ni siquiera lo pienses… “ la voz de Siwon hizo sobresaltar a Donghae quien ocultó por inercia la caja detrás de la espalda.

“¿D-de qué estas hablando?”  dijo sonriendo como un niño a quien acaban de atrapar en plena travesura.

“Tu sabes de que. Odio que tomes la leche directo de la caja, hazme el favor de agarrar un vaso y servirte como la gente decente” Siwon le dedicó una encantadoramente molesta sonrisa.

El contrario se encontraba en el mismo estado que Donghae, con el torso desnudo y solo usando un par de shorts, el cuerpo igualmente bronceado y bañado en agua y sudor. El más alto camino andentrandose a la cocina,  se paró frente al por meses mayor y se cruzo de brazos, mirandolo a los ojos expectante.

“¿Y bien…?” Siwon lo miraba inquisidoramente.

“Ah…” Donghae se quejó en un berrinche. “Siwon deja que tome de la caja, me da mucha pereza ir por un vaso.”

“¡Pero si estan a dos pasos de ti!” exclamó el otro, que aunque estaba acostumbrado a aquellos infantiles desplantes, no pudo evitar sorprenderse, a veces Donghae llegaba al límite con sus niñerías.

“¡Si, ya sé! Pero ir por un vaso, implicaría tener que abrir la alacena, sacarlo, cerrar la alacena, servir la leche, guardar la leche, beber la leche, llevar el plato al fregadero, lavarlo…”

“¡Ya! Babbo… haces sonar algo tan simple como su fuese una especie de tortura china” Siwon negó con la cabeza y suspiro con resignación, no podía con Donghae “Ya, dale… hazlo, pero que sea la ultima vez, ¿De acuerdo?” DongHae asintió repetidamente y con una sonrisa amplia en sus labios y aquel gesto infantil que aunque a veces molesto, era una característica que Siwon no podía negar le parecía adorable en su amigo. Donghae llevó la boquilla de la caja hacia sus labios. Sin poder evitarlo y como solía pasarle muy seguido a Siwon, posó la vista sobre aquellos fruncidos labios que cogían el líquido blanco, resbaló la mirada por el movimiento de aquel sudado cuello al tragar la leche. Notó igual como de las comisuras del contrario, salían unas gotas de aquel lacteo, resbalandose a los lados de la barbilla del más bajo, dejando un blanco camino por la zona hasta su cuello. Siwon tragó saliva nervioso, el sudor había vuelto a manar por su rostro y de pronto el calor subió por todo su cuerpo, llevó una mano hacia su frente para quitar el sudor. Donghae retiró la caja de sus labios e iba a usar su muñeca izquierda para limpiar la leche que se había derramado por sus comisuras, pero Siwon lo detuvo, sosteniendo su antebrazo. Donghae alzó la mirada algo sorprendido por la repentina acción.

“¿Qué sucede…?” Donghae preguntó, notando como el rostro de Siwon se acercaba al suyo, aún sintiendo ese fuerte agarre sobre su piel, inmediatamente se sonrojó, sintiendose increíblemente nervioso mientras los labios del contrario se posaron en la zona entre su comisura izquierda y su barbilla, los vellos del cuerpo se le levantaron excictados cuando la punta de la cálida lengua del más algo lo rozó, siguiendo el camino que la gota de leche había seguido, bajando por su quijada, hasta la parte inferior de su cara, por el cuello, hasta el principio de la clavícula. Donghae permaneció quieto, su corazón latía muy rápido, tragó con pesadez. Mientras Siwon finalmente se separó un poco, alzando el rostro para colocarlo justo frente a Donghae, mirandolo a los ojos de forma intimidante.

“Deja de ser sexy…” murmuró Siwon, deshaciendo su agarre del brazo contrario, tomando la caja de leche casi vacía y colocandola en la barra de la cocina.

“N-no lo hago apropósito…” respondió Donghae con las mejillas encendidas y desviando la mirada al no ser capaz de sostener la de Siwon.

“Empiezo a dudar eso…” dice el otro, dando unos pasos hacia el más bajo, haciendolo retroceder hasta que la espalda de su compañero quedó pegada a la nevera “te lo he dicho muchas veces, me provocas, haces que me den ganas de hacerte muchas cosas” la voz de Siwon era profunda y sexy, Donghae apenas y podía aguantarla, mordió su labio inferior con algo de fuerza, dando furtivas miradas a aquel atractivo rostro que tenía en frente “¿Ves?” la mirada de Siwon bajó de nuevo a aquellos labios, en como los blancos dientes sobresalían por debajo del superior y atacaban el grueso labio inferior en un gesto tan sensual. Siwon pegó su cuerpo contra el de Donghae, presionando su firme abdomen y pecho contra el del contrario, pudo incluso sentir el palpitar del corazón de Donghae. El corazón de Siwon palpitaba igual acelerado.

“Siwon… “ susurró Donghae despacio, sintiendo la ardiente presión del cuerpo ajeno sobre el propio, agarrando el valor de mirarlo “no estaba intentando provocarte…”  Siwon se encontró con esos brillantes y jóvenes ojos que tan bellos le parecían, delineando las finas acciones de ese rostro tan agradable a la vista, permaneció así varios segundos hasta que soltando un suspiro se separó algo resignado. Donghae no era ese tipo de chico. No era la primera vez que Siwon lo arrinconaba de aquella forma, que le decía ese tipo de palabras con tan cargada connotación sexual, pero Donghae no parecía reaccionar ante esas obvias insinuaciones por parte del menor. Siwon empezaba a considerar que el quizá era un pervertido terrible, pues interpretaba cada acción y gesto de Donghae como una insinuación abierta a actos sexuales innombrables y aquello se volvía cada vez más frecuente, simplemente cada cosa que el mayor hacía que entre sus piernas creciera una palpitante erección con tan solo cerrar los ojos e imaginar unos segundos. Siwon se dio la media vuelta y se dirigió hacia las escaleras.

“Tomaré un baño…” dijo sin voltearse a ver al contrario, tenía después de todo un asuntito que resolver entre sus pantalones y le urgía un baño de agua fría.

“Voy contigo” la voz llena de puro compañerismo y libre de cualquier cargo insinuante hizo que Siwon se quedara completamente tieso, se giró y se encontró con esos ojos bellos detrás suyo, tragó nervioso, llevando instintivamente sus manos hacia su miembro, intentando cubrir su abultada entrepierna, el calor subió por sus mejillas de la vergüenza que sentía.

“Mejor ve tu primero…” dijo el otro intentando no sonar nervioso.

“¿Para qué vamos a gastar más agua si es mejor que nos bañemos los dos juntos?” soltó Donghae con aquella infantil inocencia que en ese momento más que adorable a Siwon le parecía insoportable.

Donghae pasó de largo a Siwon subiendo las escaleras hacia el baño, cuando esto ocurrió el mas alto instintivamente se giró hacia el lado contrario, deseando con todas sus fuerzas que su erección bajase, pero aquel trasero que se marcaba tentador en aquellos mojados shorts mientras se meneaba al subir las escaleras hicieron que su excitación creciera a un grado impresionante. Se apresuró a subir las escaleras, pensando en si masturbarse en el pasillo o arrojarse por la ventana eran opciones viables en aquel instante, optó por el suicidio pero su vista se fijó en algo. Eran los shorts que hasta hace unos momentos enmarcaban el precioso trasero de Donghae, tirados en el pasillo cerca de la puerta del baño, la cual estaba abierta y sólo podía significar que aquel objeto de deseo suyo se encontraba desnudo en el baño y el tenía la erección más grande que había sufrido en semanas. Se acercó cauteloso hacia la puerta del baño, el sonido del agua llegaba a sus oídos, nervioso asomó el rostro por el borde de la puerta y ahí estaba.

Perfectamente bronceado, el cuerpo desnudo y maravilloso ante los ojos de Siwon de Lee Donghae, le ofrecía la vista trasera mientras el mayor estaba parado frente a la ducha, sintiendo la temperatura del agua que caía. Los ojos de Siwon bajaron por el delgado cuello, los bien torneados hombros, la musculatura de la espalda, el sudor recorriendo la columna, el inicio de un par de nalgas que aunque pequeñas en proporción, eran increíblemente bonitas a la vista de aquel pervertido en que Siwon se había convertido. Su miembro palpito deseoso, casi diciendole “¡Ve, es tuyo!” Siwon sacudió la cabeza intentando alejar a esa voz ficticia de su mente. Estaba avergonzado de sí mismo, el no era así, no había sido así jamás en su vida. Nunca en su vida había tenido el problema de no controlar sus erecciones, incluso cuando era un puberto podía mantener aquello bajo control, pero desde que comenzó a vivir con Donghae hace 3 meses, toda su capacidad de autocontrol se vio jodida por aquel angelical y tentador muchacho con el que ahora estaba. Y lo peor del caso era ese, que era un muchacho.

Siwon entró al cuarto de baño en sigilo, apresurándose a levantar la tapa del escusado y hacer como que iba a orinar. Sacó su miembro y lo sostuvo con una mano, queriendo dar la impresión de que estaba así de recto por como lo sostenía y no porque se encontrara excitado y deseoso. Mientras Siwon observaba su erección, trataba idear una forma de bajarla, pero fuera del agua fría y de una buena ayuda de sus manos no creía que nada funcionase para contrarrestar su estado de excitación. Pero entonces, el cálido aliento de Donghae chocó contra su cuello, Siwon sintió cada vello de su ser erizarse exitado.

“Siwon, eso debe de doler…” murmuró. Había sido descubierto, Siwon enrojeció de pies a cabeza y sintió que el corazón se le iba a salir del pecho.

“Ah… yo… yo… “ no sabía que decir, no había mucho que decir.

“Es enorme…” la voz de Donghae tenía nuevamente esa al parecer imaginaria carga erótica que Siwon siempre le atribuía, pudo sentir los ojos del contrario posarse sobre su extensión.

“Sólo debo esperar a que baje… debe ser por el calor…” intentó excusarse Siwon, tratando de trabajar motivos y razones logicas que pudiese darle a Donghae para explicar tan vergonzoso estado en su cuerpo.

“Pero…” susurra despacio, Donghae se asomó por encima del hombro de Siwon y el aire expulsado de la nariz del más bajo chocó contra la hipersensible piel del menor “algo así no se baja solo Siwon…”

“¡Ya! Lo sé… si me das unos minutos a solas haré que baje.” Ya estaba resignado a que excusas no era capaz de inventar y apelaba al entendimiento de Donghae que siendo hombre sabía perfectamente que esas cosas a veces sólo pasaban.

“¿No prefieres que te ayude?” no estaba seguro si aquello realmente lo dijo Donghae o si solo fue producto de su desesperada y retorcida mente que probablemente ya hasta alucinaba “Puedo chupartela si quieres… soy muy bueno usando mi boca para ese tipo de cosas.”

Si, estaba seguro de que ahora estaba completamente chiflado, se giró para mirar el rostro contrario, angelical como siempre, con la vista bien puesta sobre su palpitante miembro, de ninguna manera palabras como aquellas pudieron haber salido de la boca de Donghae, imposible. Pero entonces, los dedos de Donghae se deslizaron por uno de los brazos de Siwon, bajando como araña hasta la mano que sostenía el miembro erecto del más alto, Siwon aún miraba fijo aquel rostro, el cual se giró para dedicarle una adorable sonrisa.

“Si no quieres que te la chupe… ¿Me dejarías jugar con ella un poco? Es tan grande… me gusta.” Los ojos de Siwon se abrieron de par en par, era efectivamente esa sensual boca sobre aquel inocente rostro la que emitía tan sucias palabras, tan… excitantes.

Los dedos de Donghae alcanzaron la punta del miembro de Siwon y aquel no pudo más que soltar un ahogado gemido, Hae sonrió complacido para sí mismo. Tomó la mano de Siwon y la retiró, reemplazandola con la suya, cerrando el puño sobre aquella extensión palpitante. Las piernas de Siwon flaquearon, era cierto, realmente Donghae lo estaba tocando de esa forma. ¿Cómo podía ser? No sabía mucho de su compañero, lo conoció el mismo día que llegaron a Londres, eran de universidades distintas pero ambos habían obtenido una beca para la misma universidad en Reino Unido, por lo que los presentaron en la oficina del director. Luego se enteró de que Donghae no era muy bueno en inglés y que tampoco tenía donde quedarse, por lo que decidió ayudarlo con aquello. Después de todo era un chico amable y se veía muy poco revoltoso. Fue así como acabaron viviendo juntos esos tres meses. Siwon solo había notado lo lindo que Donghae era, sus infantiles hábitos y gustos, como los videojuegos, inventar juegos de la nada, ver caricaturas. Igual era callado, aunque cuando se le buscaba plática era excelente compañero. Fuera de eso, no sabía mucho más de el. Nunca pensó que Donghae iba a terminar masturbandolo como en ese momento hacía, lo había soñado mil veces, si, pero jamás si quiera llegó a considerar que pasaría.

La mano inesperadamente experta de Donghae subía y bajaba con el puño cerrado, frotando con firmeza toda la extensión de la erección de Siwon, este, quien no salía aún del todo del shock inicial simplemente se dejó hacer, gimiendo y jadeando conforme el calor aumentaba.

“Yo sé que soy el causante de que estes así de excitado…” comenzó a hablar Donghae “Te ha estado pasando mucho, ¿no es así?” soltó una leve risita “Pero no estaba del todo seguro si debía darte gusto, Siwon… porque no te conocía bien, al principio pensé que eras un homosexual pervertido, pero en estos meses me he dado cuenta de que eres una persona genial, demasiado genial… “ aumentó el ritmo de su mano, Siwon gimió con fuerza “y por eso he dejado que te acerques cada vez más… y vaya que tienes una carga sexual impresionante, como hace un momento en la cocina… es difícil resistirse a ti, vaya que me ha costado.”

 Pudo sentir el cuerpo caliente de Donghae pegarse por completo a su espalda, como su barbilla se apoyaba en su hombro, como el miembro igualmente duro del contrario chocaba contra su trasero. Un escalofrío le recorrió la espalda, el pene duro y excitado de Donghae contra su trasero era algo demasiado fuerte como para poder controlarse.

“Ahh…” se escuchó, mientras la mano de Donghae usaba el pulgar para juguetear con el glande de la erección que atendía, haciendo círculos y presionando la zona con destreza “mmm… ahh…”

“Sabes… “ la voz de Donghae ahora era entrecortada y podía distinguirse que igual estaba muy excitado ante todo aquello, era tan perfecta, tan erotica “he querido hacer esto contigo desde hace mes y medio… ahh…”

Fue un gemido de Donghae lo que llegó al oído de Siwon y simplemente fue incapaz de controlarse, se dio la vuelta con brusquedad, encarando por primera vez el rostro excitado y sonrosado de Donghae, jadeaba, estaba en un punto donde ya no le importaba nada, sostuvo al más bajo de los muslos y lo levantó, cargándolo contra la pared de la ducha, sintiendo la frialdad del agua golpear su cuerpo, pero pretsandole cero atención, sostuvo a Donghae usando la fuerza de sus brazos y piernas. El chico lo miraba jadeante, enrojecido, evidentemente excitado, mojado, sudado…

“Donghae…”


“Siwon…”

“Te voy a coger…”

Y dicho y hecho, en un rápido, simple y doloroso movimiento, Siwon clavó su miembro en el trasero de Donghae, aquella terriblemente apretada entrada se abrió de golpe para recibirlo, sintiendo de inmediato las paredes de la cavidad anal del más bajo aprisionar su miembro de una forma tan maravillosa e indescriptible que gritó de placer. Donghae por su parte, gritó igual, pero de dolor, aquel miembro había ingresado sin previo aviso en su cuerpo y había casuado una fuerte punzada que lo recorrió por completo, se aferró al cuello del contrario, hundiendo el rostro entre este y su hombro, apretando los ojos y los labios y llorando de dolor, sus piernas se amarraron a las caderas contrarias. Siwon se quedó quieto, embelesado en la perfecta sensación que ahora mismo experimentaba.

“Ah…aah…” los quejidos de dolor de Donghae llegaron a sus oídos algo amortiguados, temblaba por completo, así lo hacía el mayor igual “d-duele mucho…” lloriqueó, apretando su interior y causando en Siwon algo todavía más delicioso.

El menor sostuvo bien al contrario, agarrando sus muslos con fuerza. Ambos cuerpos ardían de ganas, ambos pechos subían y bajaban y ese par de bocas soltaba constantes gemidos y jadeos. Las uñas de Donghae se clavaron en la espalda de Siwon.

“L-lo siento…” Siwon dijo con extrema suavidad, se había dejado llevar por completo, y hasta ese momento cayó en la cuenta de aque Donghae lloraba y se quejaba de dolor en sus brazos. No sabía que más decir.

“Mu… muevete…” aquello fue casi un susurro, un lamento, un deseo desesperado por parte del otro quien recibía la erección de Siwon de aquella forma tan brusca “Por… favor… ahh… follame…”

Mágicas palabras que desataron en Siwon de nuevo aquel animal deseo y sin pensarlo dos veces comenzó a mover las caderas, sacando y metiendo su excitado miembro del trasero de Donghae, primero lenta y poco a poco fue aumentando el ritmo a uno fuerte y constante, entrando y saliendo, follando, cogiendo, violando, desgarrando… La voz de Donghae se había convertido en una sinfonía de quejidos, gemidos y gritos que mezclaban dolor y extremo placer. Siwon se sentía en el cielo, golpeaba una y otra vez aquel interior, intentando poseer cada rincón de esa húmeda y apretada cavidad. Embestía salvajemente, abusando por completo de ese agujero virgen que lo recibía dolorosamente en su interior, apretándose y humedeciendo su interior para el. Las embestidas se volvieron cada vez más salvajes, los gemidos se mezclaban entre la caída del agua, los gruñidos, los jadeos, el choque de las nalgas de Donghae contra las piernas de Siwon mientras lo penetraba una y otra vez sin piedad alguna.

El cuerpo de Donghae se estremecía, temblaba, vibraba y se calentaba cada vez más bajo aquel salvaje ataque al que era sometido. Su trasero se apretaba, lloraba y ardía. Mientras que su rostro se contorsionaba de placer. De su boca tan preciosa salían constantes gemidos, lloriqueos, jadeos y gritos. El miembro duro como piedra de Siwon lo penetraba una y otra vez, raspando su interior y rozando cada punto sensible, podía sentir sin duda alguna como su próstata se veía sobrestimulada con aquella penetración constante. Su propia erección estaba perfectamente erguida y se frotaba atrapada entre los abdómenes de ambos jóvenes fogosos.

“¡Ah,,,! ¡Siwon…! ¡Ahhh… follame más! ¡Más fuerte…!” suplicaba entre gritos, Donghae, su mente divagaba por completo, perdida en un mundo de intenso placer y donde no había más que el constante deseo de que el menor acabase con su trasero, que lo violase hasta no poder volver a caminar nunca.

Pronto, el cúmulo de tanta excitación comenzaba a amontonarse y a hacer presión en el vientre bajo de Donghae, un orgasmo, probablemente el más grande de su vida se estaba acercando, su estómago se contraía de placer. Siwon mientras tanto era implacable, salía y entraba de su cavidad como si su vida dependiese de aquello, una y otra vez, abriéndola cada vez más.

“¡Siwon…! ¡Me voy a correr… ahhh…!” lloró Donghae en un grito fuerte, cuando finalmente las contracciones en su cuerpo llevaron a la liberación de su semen, esparciendo aquel sobre la piel de ambos, una sensación maravillosa se repartió en su cuerpo, de la punta de sus dedos del pie hasta las puntas de su cabello, un gemido largo y fuerte fue liberado, su voz era vibrante de placer.

Mientras tanto, Siwon sintió aquellas contracciones del contrario en su miembro, por como era aprisionado con fuerza dentro de aquel cuerpo, la voz del mayor corriendose encima suyo, los sonidos que de sus labios se creaban y morían en sus oídos lo volvieron loco, simplemente era algo que no podía evitar, estaba fascinado, encantado, perdiamente obsesionado con aquel cuerpo que estaba poseyendo. El mayor terminó, y Siwon comenzó a bajar el ritmo, pero sin dejarlo caer demasiado, sintiendo como poco a poco su orgasmo se acercaba igual. Donghae se sujetaba a el con fuerza, aunque ya no daba mucha respuesta.

“Me voy a venir…” susurró Siwon girando un poco el rostro para que su voz chocase directamente con el oído del contrario.

Donghae levantó la mirada, se podía apreciar el éxtasis en ella, una sonrisa lasciva adornaba esos perfectos labios.

“Correte dentro de mi… vamos… Siwon… ahh… quiero tu semen dentro…”

Esas palabras fueron suficientes para disparar en Siwon el tan esperado orgasmo, llenando por completo el interior del menor con su cálido líquido, expulsando en un par de contracciones musculares, apretó las nalgas y terminó de llenar aquel agujero abusado de su propio líquido.

Las piernas entonces le flaquearon, y se separó de la pared, aún cargando a Donghae, pegando ahora el su propia espalda contra los azulejos del baño y dejandose resbalar con el mayor encima suyo hasta quedar sentado en el suelo. Donghae gimió suavecito por los movimientos, pues aún se encontraba empalado con el miembro de Siwon. Todo permaneció en silencio entonces, sólo sus respiraciones y el caer del agua sobre sus cuerpos.

“Donghae…” susurró Siwon, el aludido levantó la vista, sonreía, casando, pero sonreía. Siwon le devolvió la sonrisa. Entonces los labios de ambos se unieron, un suave y tierno primer beso.

jueves, 3 de marzo de 2011

[YulSic] A blond girl

Título: Una chica rubia
Fandom: YulSic
Tipo: Oneshot
Clasificación: [PG-13]
Comentarios:
Dedicado a TamyKyu y a mi Little Sister~ lindas YulSic shippers <3

A Blond Girl 

En aquel club nocturno, aquellas cuatro mujeres entraron con sus coquetos vestidos de noche, las miradas se posaron sobre ellas como era costumbre. Seguridad las saludaba y ellas devolvían el saludo con radiantes sonrisas y perfectos ademanes. Caminaron hasta la barra, donde el barman el saluda igualmente, preguntando “¿Lo de siempre?” La respuesta afirmativa y el joven se retira. Yuri, de tez oscura, cuello largo y cabello negro que caía sobre sus hombros, recorría con la mirada a los visitantes del club, buscando a alguien que pudiese llamar su atención, pero no. Soltó un suspiro y apoyó su rostro en su mano. Tiffany la miró con una sonrisa, entendiendo lo que sucedía.

-          Sigues esperando a alguien que nunca vendrá… - dijo una adorable sonrisa. Yuri le dedicó una hostil mirada.
-          ¿Y tu que sabes? Espero a alguien que haga mi corazón vibrar solo con verle…
-          Esperas un cuento de hadas… el amor no es así – recibió la bebida que el joven le alargaba, una bella sonrisa y el barman se aleja realizado. Toma un sorbo del vaso y lo coloca sobre la barra – No hay una chica para ti…
-          Deja de decir eso, ¿si? – Yuri reclamó, Tiffany siempre era así de cínica. Pero la conocía bien, solo estaba celosa. Eran amigas desde hace mucho tiempo y Yuri entendía – Tu andas por ahí tirándote todo lo que se mueve, mínimo yo espero que sea humano – Tiffany le alzó una ceja y le dio la espalda.
-          Hahahaha Tiffany es zorra, lo sabemos, no tienes que recordárselo – Hyoyeon abrazó a Yuri desde atrás, miraba a Tiffany la cual solo soltó un bufido.
-          Si, sólo que a veces parece que se le olvida… - agregó Sooyoung quien no podía desperdiciar la oportunidad de joder un poco.
-          Bobas… - soltó Tiffany antes de alejarse. Las tres que quedaron se rieron.

La noche continuaba y aunque constares ofertas se aparecían para Yuri, ninguna mirada, ninguna sonrisa, ningún descarado ademán la hacía querer ir y entrarse a alguien. Comenzaba a creer que quizá lo mejor era irse, descansar un poco. O era a lo mejor que sus estándares eran demasiado altos, ella ya no sabía. Observó a Hyoyeon y Sooyoung alejarse para bailar la una con la otra, pegando sus cuerpos, rozando sus labios. Ellas no eran pareja, pero si eran muy unidas, la tensión sexual que desprendían era enorme, pero según ellas, el sexo arruinaría su amistad… pero se morían de ganas, Yuri podía verlo y hasta cierto punto las envidiaba, pues quería sentirse como ellas… pero simplemente no se podía.  Se alejó de la barra, caminó entre la multitud para dirigirse al baño, estaba aparentemente vacío, observó su rostro.

-          Soy demasiado guapa para estar soltera… - dijo dedicándose una sonrisa, luego posó de lado, observando la forma de su cuerpo – Tengo un cuerpo demasiado bueno para estar soltera… - regresó elegantemente a una posición frontal con un movimiento de cabeza que hizo girar su cabello delicadamente – mi cabello es demasiado hermoso como para seguir soltera…

Luego de confirmar que todos sus atributos seguían intactos, regresó a su lugar en la barra, pero para su sorpresa estaba ocupado. Soltó un bufido, torció los labios y caminó hacia la persona que ocupaba su lugar, tocó su hombro para llamar su atención.
-          Disculpa, pero ese… - la chica volteó, su rubio cabello giró en delicada acción, sus ojos serios y profundos se posaron sobre Yuri y la respiración de la morena se detuvo por completo.
-          ¿Pero ese…? – la rubia repitió - ¿Tienes algo que decirme? – preguntó hostilmente. Yuri tragó saliva, pudo sentir el sudor recorrer su rostro.
-          ¿Quieres bailar conmigo? – preguntó sin pensar, inmediatamente se golpeó la frente ¿Cómo se le había ocurrido decir eso de la nada? – No, digo… quiero decir, ¿te gustaría que te invite algo? No, digo… bueno, si te invito si quieres, y bailo contigo si quieres… pero, bueno… Hola, soy Yuri Kwon  - concluyó la sarta de tonterías extendiendo su mano hacía la rubia que le dedicaba una mirada con la que la gente normal mira a alguien pasado de copas.
-          Jessica Jung – respondió secamente sin siquiera mirar la mano que Yuri le ofrecía.
-          Eres rubia…
-          Lo sé, es lo que pedí en el salón de belleza…
-          S-si, claro… es obvio…  - Jessica sostenía la mirada de Yuri, la morena sentía que de su boca no podían salir más tonterías, así que simplemente se quedo callada. Un incómodo silencio.
-          ¿Yuri Kwon, verdad? – repitió mirándola con aire superior.
-          Si…
-          ¿Quieres bailar entonces?

Yuri pensó que había oído mal, pero cuando Jessica se levantó, tomando su mano y jalándola hacia la pista de baile se dio cuenta de que no era así, quizá, era que estaba soñando, pues nunca en su vida había visto el tiempo moverse de una manera tan confusa. En la pista de baile, la hermosa rubia comenzó a moverse frente a Yuri, meneando aquellas angostas caderas, su cabello volando en el aire, soltando aquel perfecto aroma que Yuri deseaba atrapar e inspirar. Jessica se dio la vuelta, pegando su trasero contra el cuerpo de Yuri, la morena puso sus manos en las caderas de la chica, acariciando sus muslos, subiendo por su cintura. Acercando sus labios al oído de la chica rubia, la cual continuaba moviéndose y entregándose a las caricias propinadas por la más alta. Era mágico, nunca se había sentido de esa forma, de pronto el ruido de la música fue reemplazado por el sonido de sus respiraciones, el olor a humo artificial se hizo a un lado para dejar el aroma de Jessica penetrar en su nariz, enloqueciendo sus sentidos. Nuevamente la rubia se encontraba frente a frente con ella, la penetrante mirada desnudándola por completo, viendo a través suyo. Yuri se acercó más, rozando su pecho con el de la chica, rodeando sus caderas con sus brazos, moviéndose al ritmo de la música, besando su cuello, acariciándola con los labios. Para sorpresa de Yuri, Jessica no se negaba, sino que simplemente se dejaba consentir, acariciar, tocar…. ¿Era acaso demasiado irreal? Apenas y la conocía, podría ser que la más baja se sintiese igual de atraída por la morena… era demasiado increíble, demasiado bueno.

-          Yuri… - susurró Jessica al oído de Yuri - ¿Te gusto?
-          Me encantas… - las manos de Yuri se movían por la espalda y cintura de la chica, luego bajaban para acariciar sus nalgas con descaro.
-          ¿Quieres ir a un lugar más privado?
Al día siguiente, Yuri se encontraba en su departamento, con el cabello revuelto y la cabeza algo confundida, miró a su alrededor y solo vio el lugar desordenado, las cosas tiradas por ahí y por allá, su ropa regada en el suelo y la ropa de alguien más… ¿La ropa de alguien más? Yuri se asomó desde la orilla de la cama, había ropa interior que no era de ella… Se rascó la cabeza confundida, entonces… ¿había traído a Jessica a casa? Escuchó ruido en la cocina, se envolvió en las sábanas y corrió hacia el lugar.

-          ¡Jessica! – exclamó, pero recibió la sonrisa de Tiffany a cambio – Ah… Tiffany…
-          ¿Cómo que “Ah… Tiffany”? – preguntó la otra con enfado.
-          Lo siento, pensé que eras otra persona… - Yuri se sentó en la silla del desayunador.
-          Lo sé, se notó… pero bueno, deberías darme las gracias…
-          ¿Y a ti por qué? – Yuri la miró curiosa.
-          Porque Jessica es conocida mía y acepto ir contigo…
-          ¿QUÉ? ¡Le pagaste a Jessica para que estuviese conmigo!
-          No le pague, me debía un favor…  
-          HWANG MIYOUNG – Yuri se puso de pie amenazante, Tiffany retrocedió riendo.
-          Tranquila, tranquila hahaha te la pasaste bien, ¿no?
-          Si… - murmuró Yuri, se la había pasado demasiado bien - ¿Sabes como puedo contactarla de nuevo?
-          No se puede.
-          ¿Qué?
-          Cuando Jessica actúa, desaparece, nunca le da su número a nadie más, ni repite nada con nadie. Es su modus operandi, supongo… - Yuri suspiró y agachó la cabeza.
-          Bueno… es mejor así supongo…

Se dirigió de vuelta al cuarto para vestirse, sentía de pronto un bajón de energía, una especie de presión sobre su pecho. Entró al baño, miró su rostro, se veía decepcionada. Esperaba algo más especial con aquella hermosa rubia… al final resultó ser nada. Un favor que estaba haciendo y ya.  Entonces, algo en el espejo del baño llamó su atención, un post-it. La letra le era desconocida. Un número telefónico y un mensaje.

“Espero verte de nuevo…”
-          Jessica



lunes, 21 de febrero de 2011

[SiHae] Don't let me go

Título: No me dejes ir
Fandom: SiwonxDongHae
Tipo: drabble
Clasificación: [PG]
Comentarios:

Al fin uno, corto y medio cagado... (?) Pero lo intente.

Don’t let me go

No debía de estar ahí. Su mente le gritaba que se largara, que no se atreviese a dar un paso más, sin embargo ahí estaba, dando pasos hacia aquel lugar donde aquel demonio le había dicho que se encontraran, el mismo lugar de siempre. No importaba cuantas veces se repitiese que no volvería, cada vez que aquella sombra se aparecía detrás suyo y susurraba seductoramente a su oído “Ven, al lugar de siempre…” sentía que su cuerpo entraba en un especie de transe y se encontraba a si mismo parado en medio de aquel claro, donde lo único que se podía observar era la luz de la luna y los árboles, a lo lejos las luces de la ciudad.

- Has venido… - un susurro entre las sombras, Siwon alzó la mirada, el sudor frío recorría su rostro.
- Siempre vengo… - respondió.

De entre los árboles brillaron unos ojos color ámbar, una perlada sonrisa se iluminó en la oscuridad, DongHae dio dos pasos hacia la luz de la luna y dejo que su cuerpo fuera visible a los ojos de Siwon. Contemplando aquel delgado ser, de piel pálida y ojos amarillos, Siwon sentía que su cuerpo perdía fuerzas, que la gravedad lo atraía haca él con tanta fuerza que podría ser tragado en cualquier momento. Una presión en sus pulmones.

- Ven… - ordenó el demonio de ojos amarillos, con un reflejo mecánico Siwon se puso de pie y caminó hacia aquel hermoso ser que le sonreía con la inocencia más falsa que pudiese existir.

Cuando estuvo a pocos centímetros de DongHae, el más bajo rodeó el cuello de Siwon con sus brazos, atrayéndolo en un seductor abrazo, su aroma, el frío de su piel. Siwon correspondió el abrazo, apretando aquel aparentemente frágil cuerpo contra el suyo. Quería despedazarlo y al mismo tiempo poseerlo por toda la eternidad, como si estuviese hechizado… un maligno sentimiento se apoderaba de su mente y lo hacía pensar que quizá de aquello no habría escapatoria.

- Siwon… te amo…

El demonio se separó un poco para mirar al más alto directamente a los ojos, Siwon sintió como el aire se le escapaba y como su mente divagaba en esos ojos color ámbar. Lentamente ambos se fueron acercando, uniendo sus labios en un beso, piel con piel. Aquella boca era fría, sin sabor… Siwon apretó más aquel pequeño cuerpo contra el suyo, recorriendo su espalda con caricias enternecedoras, deseaba calentar ese helado cuerpo, pero sabía que por más que tratase eso jamás podría ser. Abriendo los labios para arrancar de esa boca de hielo un beso más profundo una intimidad mayor, un deseo desenfrenado.

- Te amo… - repetía el demonio entre besos y suspiros – No hay forma de que te deje ir…
- No me dejes ir… - fue lo único que pudo decir, entregándose Siwon finalmente al deseo y desesperación de poseer y ser poseído por aquel ser.

domingo, 23 de enero de 2011

[SiHae] After he said I love you

Título: Después de que él dijo te amo
Fandom: SiHae
Tipo: Oneshot
Advertencias: No
Clasificación: [PG]
Comentarios:
Este es el final de "One Step" y "Two Steps"


After he said I love you

DongHae llegó ese día a su casa más temprano de lo normal, se había excusado con el profesor alegando que se encontraba “indispuesto” para continuar con sus labores de aquel día. El camino a casa fue incómodo y doloroso, ya que su andar era extraño por culpa de un joven al que odiaba llamado Choi Siwon. Tuvo que regresar a pie pues le daba vergüenza que la gente del metro lo observara andando como si se acabara de bajar de un caballo y… además no podía sentarse. Cuando finalmente llegó a casa, DongHae estaba física y mentalmente exhausto.

-         Oh… llegas temprano – Jessica, la hermana menor de DongHae se asomó desde la cocina al escucharlo llegar.
-         Si, no me sentía bien y pedí que me dejaran salir antes  - DongHae colgó su mochila en el perchero y se quitó sus zapatos, pasó junto de su hermana y se disponía a subir las escaleras.
-         ¿Por qué caminas gracioso? – DongHae se sonrojó de inmediato y alterado se volteó.
-         E-es que me he caído de sentón en clase de atletismo.
-         Pero hoy no tienes clase de atletismo… - Jessica lo miraba con aire sospechoso, ella era muy despierta y era muy difícil engañarla – No me digas que…
-         ¿Qué? ¿Qué te estas imaginado?
-         Puede ser que…
-         ¡No, no es eso! ¡No es lo que tu crees! – Jessica se cubrió la boca sorprendida y emocionada al mismo tiempo y se rió.
-         ¿Fue ese tal Choi Siwon verdad?
-         ¿Qué? P-por supuesto que no ¡Jessica!
-         Siempre supe que se gustaban, solo era cuestión de tiempo…

 DongHae intentó reclamar pero Jessica ya se había ido a la sala a ver televisión. Estaba totalmente avergonzado y con el rostro enrojecido y caliente, estaba furioso con Siwon por haberlo violado…

“¿El me violó?” se preguntó DongHae, entonces su rostro se relajó un poco pero el sonrojo no disminuía. Choi Siwon no lo había violado, DongHae había consentido a todas y cada una de las cosas que habían hecho en aquel salón de clases y también…

-         El dijo que me amaba…
-         ¡¿QUÉ?! – el gritó de exclamación de Jessica hizo que DongHae diese un brinco del susto, ella había tirado el vaso con agua que acababa de traer de la cocina  y estaba con la boca abierta – Sabía que le gustabas, pero no a ese grado… Entonces… ustedes dos… - una sonrisa se dibujó en el rostro de la chica.
-         ¿C-cómo sabías que le gustaba?
-         A ti también te gusta.
-         ¡Claro que no!
-         ¡Claro que si! Tonto, hablas de él todo el tiempo “Choi Siwon esto, Choi Siwon lo otro…”  Te gusta.
-         ¡Ya te dije que no es así! Además ¿Cómo sabes tu lo que Siwon siente?
-         Porque he hablado con el y estaba igual “Lee DongHae esto, Lee DongHae lo otro…” lo que ustedes interpretaban como odio, no es más que el simple deseo de llamar la atención del otro. Es un tipo de amor algo masoquista pero muy común en jóvenes de su edad… - DongHae se acercó a Jessica y tocó su frente con rostro preocupado.
-         Sica, por favor… deja de fumar lo que sea que estés fumando – la chica enojada, tomó el brazo de su hermano mayor y lo retorció tras su espalda.
-         ¡Ah! ¡Duele, duele, duele…! ¡Perdón Sica, perdón! – ella lo soltó y se alejó molesta.

DongHae subió a su habitación, a pesar de que no quería estar de acuerdo con Jessica, debía de admitir que hasta cierto punto sus palabras tenía lógica. Además, aquel sentimiento de deseo que había sentido por Siwon no fue falso, había deseado que lo besara, que lo tocara… en ese instante en el que solo eran ellos dos y le había gustado… quizá demasiado.

A la mañana siguiente, el cielo había amanecido nublado y hacía bastante frío, la lluvia caía leve sobre las calles. El despertador de DongHae sonó haciéndolo levantar de golpe, no le costaba demasiado despertar. A pesar de todo lo que había en su cabeza el día anterior, no tuvo ningún problema para dormir y el dolor que sentía en la parte trasera baja de su cuerpo se fue luego de tomar un baño caliente (consejo de Jessica), por lo que su sueño había sido reparador e incluso placentero. Se extrañaba, pues creía que su mente y consciencia no iban a dejarlo en paz después de haber tenido relaciones con otro hombre,  y más si aquel hombre era su eterno y odiado rival, Choi Siwon. Era como si su organismo le dijese que no había hecho nada malo, que aquel acto no era algo por lo cual sentirse culpable.

Se cepilló los sientes, se puso su uniforme y fue al cuarto de su hermana. Ella estaba recostada boca arriba con un brazo sobre su cabeza (ella siempre dormía de esa manera), su despertador había dejado de funcionar luego de tantos golpes proporcionados por la chica y su celular sonaba debajo de su almohada.  DongHae abrió las cortinas dejando que el sol golpeara el rostro de su hermana, esta emitió un quejido. Luego tiró de las sabanas de Jessica.

-         ¡Despiértate ya!
-         ¡No quiero! – Jessica se dio la vuelta y quedó boca abajo.

DongHae comenzó a hacerle cosquillas, la chica se retorció de risa y cuando, Hae se detuvo le arrojó una almohada en el rostro.

-         Sica, voy a hacer el desayuno, tu resfriado se ha ido así que nada de faltar a la escuela, te quiero abajo en 5 minutos. ¿Entendido?
-         . . .
-         ¡¿ENTENDIDO?!
-         Seee...

Una vez ambos desayunados, bañados y vestidos para ir a la escuela, DongHae y Jessica salieron a la calle. Las amigas de Jessica la esperaban en la puerta como siempre, pero esta vez, había alguien de más esperando afuera. Sunny y SooYoung (las amigas de Sica) estaban muy juntas la una con la otra escondidas detrás del poste de luz de enfrende de la casa, sonrojadas observaban la figura de un muchacho unos dos años mayor que ellas, alto y de porte atractivo que se encontraba parado frente a la puerta de casa de su amiga.
-         ¡Oh! Hola, Siwon oppa – saludó Jessica.
-         Hola, Jessica-ah – saludó el otro con cortesía, luego su mirada se posó en DongHae quien no salía de su asombro – Hola, DongHae…
-         ¿Por qué estas aquí? – preguntó Hae algo tosco.
-         De verdad eres tonto, vine por ti. ¿Acaso no es obvio? Debo tomar responsabilidad de mis acciones, por lo que debo cuidar de ti – Jessica rió, pero al recibir la mirada asesina de su hermano se alejó corriendo con sus amigas.
-         ¡DongHae! Nos adelantaremos para que puedas hablar con Siwon oppa – y a una velocidad increíble las chicas desaparecieron cuchicheando.
-         ¿Por qué a ti te dice oppa y a mi no?
-         Por que yo si merezco respeto.
-         ¡¿Qué?!
-         Tranquilo, es broma… ¿Nos vamos? – ofreció con un elegante gesto. DongHae asintió de mala gana.
-         Que me queda…

Mientras caminaban, DongHae se sentía terriblemente incómodo, era la primera vez que iba lado a lado con Siwon sin estar discutiendo el uno con el otro. De vez en cuando se dedicaban miradas furtivas el uno al otro pero no intercambiaban palabras, no era una situación a la que estuviesen ambos acostumbrados. Quizá habría que hablar de lo que había sucedido…

-         Siwon… - DongHae se detuvo, Siwon igual.
-         Dime.
-         Sobre lo de ayer… ¿Qué vamos a hacer ahora?
-         Ya te dije que me haría responsable.
-         ¡No es que me hayas dejado embarazado o algo asi! – DongHae se había molestado. Siwon en cambio rió.
-         No, no… no tan así, que bueno que no puedes embarazarte, sino en que lío estaríamos ¿No?
-         No te desvíes del tema, Siwon…
-         Pues lo que vamos a hacer es que… - Pero DongHae salió corriendo hacia un callejón donde había un montón de cajas – Si, claro, gracias por dejarme hablando… - Siwon lo siguió, DongHae se había agachado y buscaba entre las cajas - ¿Se te perdió algo?
-         ¡Mira! – DongHae se volteó hacia Siwon y entre sus manos había un pequeño gatito de unos 3 meses de edad de color negro y ojos verde grisáceo.
-         ¿Un… gato?
-         Por supuesto que es un gato, tonto, ¿Creíste que era un manatí o algo asi?
-         Ha ha chistoso… Déjalo ahí, tenemos que ir a la escuela, DongHae ¿me estas escuchando? – El chico acariciaba al minino quien jugueteaba a su alrededor.
-         No podemos dejarlo aquí… ¿Y si un perro se lo come?
-         ¿Bromeas verdad? No podemos llevarlo a la escuela y quizá su madre venga por el…
-         Pero los gatitos tienen normalmente muchos hermanitos, este esta solo…
-         Quizá los demás no sobrevivieron y la mama solo cuida de este.
-         ¿Pero y si la mama murió también?
-         Entonces será un destino que tendrá que afrontar…
-         Que malo eres… es un gatito – DongHae lo sostuvo frente a Siwon, el animalito soltó un maullido y miraba fijamente a Siwon, este miró a ambos y meditó unos instantes, era definitivo que no podían llevarlo a la escuela, pero era cierto que si lo dejaban ahí, probablemente no lo verían de nuevo.
-         ¿Por qué no lo llevamos a tu casa?
-         ¡Buena idea! Pero… a mi mamá no le gustan los gatos, me va a matar cuando regrese del trabajo…- entonces, con ojos de borrego a medio morir, DongHae miró a Siwon suplicante - ¿No podrías…después de clase… llevarlo a…?
-         ¡Jamás!
-         Por favor… anda. ¿SI? – parecía que hasta el gato lo miraba suplicante. Siwon se llevó las manos a la cara y soltando un fuerte suspiró asintió resignado.
-         De acuerdo, pero démonos prisa o no nos dejarán entrar. DongHae dio un brinco de felicidad.
-         ¿Escuchaste Miinah? – le preguntó Hae al minino.
-         ¿Miinah?
-         Así se llama la gatita.
-         ¿Cómo sabes que es gatita…?
-         Tiene cara de gatita.

Siwon prefirió no objetar más y mejor darse prisa de vuelta a casa de DongHae. Una vez dentro, DongHae subió al animal a su habitación y lo colocó en el suelo. Siwon, aunque no terminaba de estar de acuerdo con la situación, estaba contento de ver a Hae feliz por tener al gatito en su casa. El gatito jugueteaba en el suelo con todo lo que alcanzaba a ver, DongHae se sentó en la cama y Siwon se sentó a su lado.

-         Yo te amo, DongHae… - aquellas palabras hicieron que el corazón de DongHae diera un vuelco – Lo estuve pensando mucho anoche, lo que te dije… al principio, pensaba que era una tontería que sintiera eso pues, durante mucho tiempo tu y yo no hacíamos más que discutir, pelear por tonterías y mi idea de ti era que eras solo un niño tonto… Pero, cuando paso eso… ya sabes, cuando pensamos que el guardia iba a descubrirnos…
-         No pudiste dejar de pensar en mi… - terminó DongHae quien escuchaba atentamente.
-         Es que es precisamente de eso de lo que me di cuenta… Siempre pensaba en ti, no importaba si era algo bueno o algo malo, siempre incluso antes desde aquel incidente, siempre pensaba en ti…

 DongHae no estaba seguro de cómo responder a aquello, las cosas entre ambos habían sucedido demasiado rápido, hace dos días estaba seguro de odiar a Siwon y ahora se encontraba con el, a solas en su habitación, lleno de sentimientos extraños porque no estaba ya del todo seguro si le desagradaba tanto o no.  Así que optó por permanecer en silencio, sintió como la mano de Siwon acariciaba su rostro con suavidad y luego como poco a poco el cuerpo de este se fue acercando para abrazarlo. El calor del cuerpo de Siwon se sentía bien en un día frío y nublado como aquel, el olor de su perfume era tan agradable y relajante que DongHae simplemente se dejó abrazar.  Luego sintió como el cuerpo de Siwon se dejaba caer sobre la cama llevándolo consigo. Ahí estaban los dos, abrazándose fuertemente. Siwon se separó lentamente y se colocó boca arriba, DongHae no se movió.

-         Estuve pensando que… quizá deberíamos intentarlo – habló Siwon cuya mirada se posaba en algún punto del techo.
-         ¿Intentar qué? – cuestionó DongHae quien no estaba muy seguro de que sucedía.
-         No te hagas el tonto.
-         No es eso… es sólo que… todo esto va demasiado rápido. Hasta hace unos días estaba seguro de odiarte y ahora… y ahora…
-         ¿Y ahora…? – hubo silencio, Siwon esperó una respuesta pero no la hubo, así que dio un giró y se colocó justo encima de DongHae, mirándolo fijamente - ¿Y ahora que es lo que sientes por mi? – DongHae hizo a un lado la mirada sonrojado.
-         No lo sé – contestó. La mano de Siwon sujetó su rostro y lo obligó a verlo de nuevo.
-         Yo sí se lo que siento… - se agachó lentamente sobre el chico, besándolo.

Al principio, fue un beso labio con labio, inocente. Pero poco a poco se fue transformando en algo más, un beso más profundo. Siwon dejó caer su cuerpo sobre DongHae y sus piernas se entrelazaron, los brazos de DongHae rodearon el cuello de Siwon mientras las manos del más alto acariciaban el cuerpo de DongHae con urgencia. El beso se rompió, permitiendo a ambos respirar.

-         Toda la noche de ayer, no podía pensar en nada más que hacerte todo lo que hicimos una y otra vez – DongHae pareció algo incómodo.
-         Eres un poco pervertido…
-         ¡Hey…! Tengo 19 años, mi apetito sexual es grande.
-         Entonces… ¿Pensaste en tener sexo conmigo toda la noche?
-         Podría decirse, si…
-         ¿Y te tocabas mientras pensabas en mí?
-         Oh… ¿De verdad quieres saber? ¿Quién es el pervertido ahora?
-         S-sólo es curiosidad…

Siwon sonrió y volvió a besar a DongHae, repartiendo besos por su rostro y cuello hasta que llegó a una de sus orejas, donde seductoramente susurró.

-         Me vine 4 veces seguidas pensando en todo lo que te haría si te tuviera de nuevo de aquella manera…



[SiHae] We cannot erase the past

Titulo: No podemos borrar el pasado
Fandom: SiHae, WonFany
Tipo: Oneshot
Advertencias: Lenguaje inapropiado, suicidio
Clasificación: [PG-17]

We cannot erase the past


Ella era preciosa. Preciosa, esa era la única palabra que le venía a Siwon cuando sus ojos se posaban sobre aquella chica, delgada, bastante alta para ser mujer, cabello lacio oscuro lo suficientemente corto como para cubrirle las mejillas pero no lo suficientemente largo como para tocar sus hombros. Su piel era blanca y su aroma irresistible. Vestía el uniforme femenino de la escuela donde Siwon estudiaba pero jamás en su vida la había visto ¿Era nueva? ¿Había tomado prestado el uniforme de alguna otra chica?  La señorita no había dicho palabra alguna desde que pocos minutos de concluidas las clases se presentó frente a Siwon con mirada seductora y movimientos que demostraban cierto cachondeo y seducción. Siwon reconocía esas miradas, pues las chicas con las que se acostaba solían seducirlo de aquella manera, contoneándose, levantándose un poco las faldas para descubrir un poco sus piernas, sonriendo, soltándose el corbatín… ninguna de aquellas muchachas era algo más que compañeras de una noche, y no era que especialmente le gustara alguna, solo elegía a las que le parecían bonitas y a las demás las ignoraba… pero en esta ocasión todo era un tanto diferente, la chica que se presentaba ante sus ojos era… preciosa.

Siwon, quien se encontraba de pie apoyado contra el pizarrón, observaba a la fémina la cual se encontraba sentada en uno de los pupitres del frente, observándolo. Un rostro afilado, unos ojos brillantes y labios perfectos. Cuello largo y piernas bien torneadas… un rostro imposible de describir. Lo único que aquella mujer tenía que podía catalogarse como “defecto” era la escasez de pecho, de hecho era casi nulo. Pero cuando Siwon dio unos pasos hasta quedar a pocos centímetros de ella, alcanzando a oler el aroma de su cabello, la esencia que emanaba de su piel, aquello pasó a ser un insignificante detalle. Siwon la miró directamente a los ojos y le sonrió de lado, ella devolvió la sonrisa y no opuso resistencia alguna cuando la mano de Siwon acarició su rostro, como había predicho el joven,  la piel de la mujercita era suave, delicada.

-         ¿No vas a decir nada? – preguntó mientras sus caricias bajaban del rostro al cuello, sentía como el cuerpo se le calentaba poco a poco. La chica no emitió sonido, se limitó a sonreír graciosamente y negar con la cabeza. Era misteriosa y eso a Siwon le fascinaba - ¿Entonces… - prosiguió con las caricias, tocó sus labios – esta bien que haga esto?

No esperó respuesta, pues de alguna manera predecía que no habría ninguna, sujetó a la niña de una manera algo brusca y le asestó un beso, un beso que fue profundo desde el principio, transmitía vigorosidad, pasión y deseo, características de un joven de su edad, inagotable, insaciable. La boca de la chica era una húmeda cavidad de ensueño, un sabor delicioso, demasiado perfecto. Mordía sus bellos labios y entrelazaba la lengua con la de ella, chupando, succionando… las piernas de la chica rodearon las caderas de Siwon, dándole el permiso de acariciarla un poco más, sus brazos, su espalda… comenzar a desabrocharle la molesta camisa que le impedía profundizar el contacto. Mientras tanto, las manos de aquella chica se habían colado bajo la playera de Siwon, acariciando los abdominales del muchacho y sintiendo cada milímetro de la piel del pecho. Cuando Siwon estuvo a punto de meter la mano bajo la blusa de la chica para acariciarle los pechos ella lo empujó súbitamente, algo asombrado por aquella acción, Siwon retrocedió dos pasos. La miró con expresión sorprendida, pero ella no parecía molesta, al contrario se veía tan dispuesta y sonriente como al principio, Siwon intentó acercarse una vez más, pero la chica utilizó su pie para detenerle el paso.
-         ¿Qué sucede…? ¿Tienes alguna idea en mente? – la señorita asintió a las preguntas y se puso de pie, rodeó a Siwon desnudándolo con la mirada y cuando quedó de espaldas a el se pegó contra su cuerpo, hundiendo el rostro en la amplia espalda del muchacho. Acarició los bien formados brazos, se paseo por sus estrechas caderas y acarició su trasero con picaresca, a Siwon esto lo había excitado demasiado ya, y una palpitante erección comenzaba a surgir en sus pantalones - ¿Sabes…? Ahora estoy un poco excitado… - le comentó a la chica, con la esperanza de que ella lo dejara tocarla de nuevo.

Ella se dio la vuelta para quedar frente a el y tomó su mano, guiándolo hasta el pupitre donde ella estaba sentada anteriormente y lo hizo sentar, con una seductora sonrisa se arrodilló frente a el y comenzó a desabrochar sus pantalones con extrema destreza y rapidez, pronto el miembro erecto de Siwon estuvo expuesto y cuando menos se lo esperaba este se encontraba dentro de la boca de aquella misteriosa señorita.

Siwon estaba sorprendido, excitado y maravillado con ella. Era increíble, era toda una zorra experta. Mordía, lamía, chupaba y succionaba su erección como si fuese el dulce más delicioso y aquel delicado rostro su contorsionaba de placer y se enrojecía de lo que parecía ser una falsa vergüenza. Con todo y eso, la visión de aquella chica practicándole sexo oral solo hacía que se excitase aún más. Cuando sintió que era suficiente o la cosa terminaría demasiado pronto, sujetó el rostro de la chica lo alejó de su entrepierna. Ella obedeció y se incorporó frente a él, la niña sudaba un poco, de sus labios se podían observar húmedos.

-         Ven acá – ordenó el con cierta amabilidad, ella sonrió y rodeando el cuello de Siwon con sus brazos se besaron de nuevo.

Siwon recorría la espalda de la chica, y bajó hasta acariciar sus nalgas por encima de la falta y luego levantó esta para sentir la piel bajo la tela, era como esperaba, tersa, deliciosa. ¿Cómo podía besar tan bien…? Pero algo extraño sucedió. Cuando el miembro de Siwon rozó con la entrepierna de la niña, sintió algo que no se supone que debiera sentir. Rompió el beso y la miró a los ojos, ella sonreía, como si aquello le pareciera divertido. Siwon se levantó de golpe y la empujó hasta acorralarla contra la pared, llevó sus manos a los desarreglados botones de la blusa y prácticamente se los arrancó, abrió la blanca tela para descubrir el “escaso” pecho de la chica con quien estaba agasajándose y… nada, no había absolutamente nada más que un par de sonrosados y erectos pezones sobre unos pectorales perfectamente planos.

-         Tú… - Siwon estaba en shock – no puede ser – se dijo más a si mismo que a la “chica”.
-         ¿Qué no puede ser? – finalmente habló, una voz si bien no gruesa, definitivamente era masculina. Siwon tragó saliva - ¿Esto no puede ser? – la chica se había levantado la falda, revelando aquella cosa extraña que Siwon había sentido, era la visión clara de un pene perfectamente bien erecto.
-         Eres un chico…
-         Exactamente – el rostro de la sonriente señorita se había transformado en el de un frío muchacho, un tono gélido en sus palabras – Pero ¿Cómo habría de darse cuenta alguien como tu? Después de todo, parece que te tiras todo lo que te sonríe…
-         ¿Y tú que demonios sabes de mi? – Siwon estaba irritado, ofendido, se sentía engañado, ultrajado. Apretó los puños con ira.
-         Sé lo suficiente, Choi Siwon – odio, rencor. Eso era lo que Siwon pudo sentir de la voz de aquel precioso muchacho parado frente a él – No eres más que una basura asquerosa, un mujeriego sin corazón, una escoria… - Siwon se sintió amenazado, estaba enfadado si, pero algo le decía que debía ser prudente.
-         Yo no sé que demonios te pase, ni por qué has hecho esto… ni siquiera te conozco… - la voz de Siwon temblaba un poco.
-         Tu a mi no me conoces, pero yo a ti te conozco muy bien… - frío, mucho frío.
-         Mira, yo no soy gay…
-         ¡Cállate! – Siwon retrocedió, el rostro bello del chico se contorsionó en odio, en desprecio - ¿Crees que todo el mundo esta enamorado de ti? Esta es la realidad… - el chico comenzó a caminar hacia el con amenazador semblante, Siwon solo retrocedía – tu crees que puedes ir por ahí seduciendo a quien sea y que no habrá consecuencias, ¿verdad? Una puta tras otra, una puta tras otra… - Cuando la pared detuvo el avance de Siwon, su adrenalina se disparó, el chico se acercó hasta quedar a milímetros de él – Vas a pagar por lo que has hecho…
-         Yo a ti no te he hecho nada… - respondió intentando sonar lo menos asustado posible.  El muchacho sonrió.
-         Eso piensas tu… le has hecho algo terrible a ella…
-         ¿Ella? ¿De quién hablas?
-         Tiffany – Siwon permaneció en silencio, el nombre lo reconoció de inmediato, ella era la única chica que el mismo había seducido, era bella, encantadora, inocente, adorable… tonta. La vio y supo que iba a acostarse con ella, como fuera. Pero Tiffany había resultado ser el tipo de chica que más odiaba, recatada y bien portada. Así que tuvo que recurrir a sus encantos de “príncipe” para conseguir sus favores, y finalmente, como siempre sucedía, la tuvo.
-         Ella aceptó tener sexo conmigo, yo no la obligué…
-         Tiffany era tan buena, ella siempre ayudaba a todos, estudiaba duro, ayudaba en su casa, salía con sus amigos, soñaba que algún día tendría su propia vida… - la voz del chico parecía partirse y sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no derramó ni una – Y tu… - Los ojos del muchacho se posaron con odio sobre los de Siwon – tu le quitaste todo eso ¿Cómo pudiste? Seducirla y después botarla como si no significara nada… no eres nada más que mierda.
-         Escúchame bien – finalmente Siwon se había hartado – lo que le haya pasado a esa niña estúpida, no es mi problema, ella aceptó acostarse conmigo, no hice nada que ella no quisiera, si después no fue capaz de entender que no significaba nada para mí, es problema de ella… - Siwon se alejó de la pared y se dirigió a la puerta.
-         Ella te amaba – se escuchó. Siwon se detuvo.
-         No es mi problema – contestó – yo no la amaba, quería tirármela y lo hice, eso es todo. Así que dile a tu noviecita que deje de actuar como una retrasada y que lo superé de una buena vez…
-         Ella no era mi novia… - una voz seca se produjo en la garganta del chico – era mi hermana – Siwon se sorprendió, se dio la vuelta para mirar a aquel muchacho a la cara, no había expresión en su rostro – Y ya no hay forma de que pueda decirle nada… - Siwon tuvo una sensación extraña, ¿Podría ser que…? No, era demasiado.
-         No me digas… que… - sintió un sudor frío caer por su rostro.
-         Esta muerta. Se suicidó hace dos meses… y todo porque te amaba demasiado.

Un golpe. Fue como si un golpe muy fuerte hubiese sido asestado en su cara, su boca se secó de pronto y su corazón se detuvo. Tiffany se había suicidado. Se sostuvo del marco de la puerta pues sus piernas le temblaban. Ella se había matado… por su culpa. De pronto los recuerdos bombardearon su cabeza, su sonrisa, su color de cabello, sus ojos, como lo miraba, la manera inocente y dulce con la que hablaba… como lloró cuando se acostaron la primera vez. ¿Esa chica estaba muerta ahora?

El hermano de Tiffany permanecía ahí, de pie frente a él sin mostrar sentimiento alguno, dio unos pasos hacía Siwon, el eco de estos retumbaron en su cabeza. Se acercó tanto que pudo sentir su respiración golpear su oído. Y sus palabras se grabaron en su memoria como si fuesen puestas ahí con un cincel.

-         Lee DongHae, acuérdate de mi nombre porque… vas a arrepentirte de lo que le hiciste a mi hermana.

DongHae se fue y Siwon permaneció ahí, con los ojos bien abiertos y casi sin respirar, era como si su cerebro se hubiese detenido en ese momento. Sintió como sus fuerzas lo abandonaban, dejándose resbalar hasta quedar sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared. Miró a la luna que comenzaba a aparecer desde la ventana del salón de clases y lloró.  Siwon no volvió a casa esa noche, se quedó ahí… acordándose de aquella chica, la única chica por la que tuvo que ir alguna vez, la única chica que había amado.

En su mente se reproducían una y otra vez los recuerdos… el se enamoró de ella un día. Ya la había visto antes, estudiaba en aquella escuela y era un año más grande que él. Pero era el tipo de chica que estaba fuera de su liga, demasiado buena, demasiado preciosa, demasiado inocente. Pero la vida muchas veces nos lleva a lugares que no deseamos, y cuando se dio cuenta se encontraba platicando con ella, escuchando su risa, riendo con ella. Nunca había sido así una relación con una chica, a ella le importaba algo más que su aspecto, le importaba él. Y así pasó… pero, a pesar de que la quería, a pesar de que probablemente incluso la amara, era incapaz de mantenerse lejos de otras mujeres, veía a Tiffany llorar por aquello, le pedía disculpas y ella siempre lo perdonaba, pero al final todo era lo mismo, volvía el mismo ciclo… finalmente, porque la quería demasiado… se vio obligado a apartarla, Tiffany jamás lo dejaría, le perdonaría todo, tuvo que ofenderla, empujarla, humillarla, decirle que no era más que otra puta más que usaba para satisfacerse… y finalmente, ella se fue.

-         Pensé que así serías feliz… Tiffany.


Los siguientes 3 días, Siwon se dedicó a averiguar todo lo que pudiese sobre Lee DongHae. Averiguó que tenía exactamente la misma edad que él, que vivía solo pues su única familia era su hermana. Trabajaba en una tienda de abarrotes y estudiaba en la escuela de la región norte, no tenía muchos amigos y era dentro de lo que había averiguado un muchacho tranquilo y de pocas palabras. Mientras todo esto sucedía, Siwon perdió el sueño, simplemente no podía dormir, pues cada vez que sus ojos se cerraban a sus oídos solo llegaban las voces de aquellos hermanos. La chica que amaba había muerto por su culpa y su hermano, ahora completamente solo, quería vengarse. Debía de hacer algo.
Una tarde, fue a la escuela de DongHae, esperó a fuera hasta que lo vio salir y lo siguió. La tarde estaba desapareciendo tras el horizonte y las estrellas comenzaban a aparecer. Al principio iban acompañados de varios alumnos que regresaban a sus casas, pero poco a poco fueron disminuyendo hasta el punto que no eran más que ellos dos, DongHae y su persecutor, Siwon… Observaba como el muchacho caminaba con la cabeza gacha, las manos en los bolsillos y escuchando música, no parecía haberse percatado de su presencia. DongHae dobló en una esquina y Siwon se apresuró para no perderlo, pero cuando hubo dado la vuelta, su presa había desaparecido… Siwon dio unos pasos confundido, caminó a lo largo de la calle mirando en todas direcciones, pero no había rastro de DongHae, se había esfumado.

-         ¡Maldición! – maldijo dando un pisotón. Se disponía a dar la media vuelta cuando sintió como alguien lo sujetaba fuertemente de la chaqueta y lo jalaba hacia la oscuridad de un callejón. Si alguien hubiese presenciado aquella escena, hubiera pensado que Siwon fue tragado por la tierra. Un fuerte golpe contra la pared fue lo siguiente que Siwon pudo sentir, y cuando abrió los ojos el brillo de unos ojos se reflejaba en el filo de una navaja que se encontraba a pocos centímetros de su rostro – Lee DongHae… - pronunció, pero a pesar de la situación en la que Siwon se encontraba, el tono con el que dijo el nombre del chico era… tranquilo.
-         Vaya…  - habló DongHae – a pesar de lo que te dije tienes el atrevimiento de seguirme… pero bueno, ya que deseas ser castigado tan pronto – la navaja se acercó a su rostro tanto que ya podía sentir la afilada punta rozar su mejilla - ¿Debería empezar con tu cara?
-         Hazlo… - dijo sin rastro de duda en su voz. DongHae abrió los ojos como platos – He dicho que lo hagas… Para eso te he seguido.
-         ¿Qué dices? – DongHae no salía de su asombro.
-         Como lo escuchas… lo que sucedió fue culpa mía – las manos de Siwon sujetaron la mano que sostenía la navaja y la acercó a su rostro cortando su mejilla – no merezco nada mejor, no tengo nada que ofrecerte que pueda compensar lo que le hice a Tiffany…
-         No creas que no voy a hacerlo – le dijo DongHae, pero la voz le temblaba, su respiración era trabajosa – Te mataré.
-         He dicho que lo hagas… - las manos del mas bajo comenzaron a temblar – hazlo – dijo Siwon mirándolo con firmeza.
-         ¡L-o haré! – gritó DongHae con la voz quebrada - ¡Por tu culpa mi hermana esta muerta!
-         ¡Lo sé! – la firmeza de Siwon pareció quebrantarse, veía el rostro de DongHae y era como estar viendo a Tiffany cara a cara - ¡Yo la maté! ¡Yo soy el que hizo que esa hermosa sonrisa se apagara para siempre! ¡Fui yo! ¡Fui yo el que no fue capaz de hacer estupideces a pesar de que la amaba! ¡Fui yo el que le dijo que se largara! ¡Yo lo hice! – y con sus propias manos, profundizó el primer corte hecho en su mejilla, no sentía dolor.
-         Siwon… - los ojos de DongHae temblaban en la oscuridad.
-         ¡Mátame…! – ordenó. Las manos de DongHae temblaron.
-         No…
-         ¿Qué? – Siwon se sorprendió, DongHae había soltado la navaja y esta había caído al suelo.
-         No puedo matarte… - su voz estaba quebrada y sollozaba.
-         ¿Por qué no? Pensé que me harías pagar… por lo que hice – DongHae se alejó de él - ¡Oye! ¿No se supone que vas a hacer que me arrepienta?
-         Déjame… - se cubrió el rostro con las manos, desde ese punto, el muchacho le pareció tan frágil, tan lastimero – si te mato no va a remediar nada… yo sé eso, entiendo eso… pero ella te amaba.
-         Lo sé… - el corazón de Siwon se encogió.
-         Pensé que podría acabar contigo…pero, justo ahora… fui incapaz de hacerlo, no puedo hacerlo – las lágrimas resbalaban por su rostro – por que te veo y pienso en todo lo que Tiffany decía sobre ti, de lo bueno que eras, de lo dulce que le parecías… y  viéndote así, arrepentido, con el dolor reflejado en tus ojos… ¿Cómo se supone que acabe contigo? ¿Cómo se supone que me haga que te arrepientas cuando ya lo estas? ¿Cómo voy a acabar con el desgraciado que tanto amaba mi hermana? – Siwon lo miraba con tristeza, no había nada que cambiara lo que había sucedido, no había forma de que pudiese aliviar el dolor de aquel muchacho, su soledad.
-         Lo siento… lo siento tanto – no podía pensar en nada más. ¿Qué más podía decirle?

El muchacho comenzó a llorar con mas fuerza, Siwon vio como sus piernas le fallaban y como se dejó caer en el helado suelo, sollozando. Quería abrazarlo, tomarlo entre sus brazos y pedirle perdón hasta que sus labios sangrasen, pero… no tenía el derecho. DongHae lloraba ahí frente a sus pies, lloraba por aquella persona que ambos habían amado y que nunca volvería. Siwon pensó en irse, pero no pudo moverse del todo, sus pies no lo obedecían. Escuchaba como en aquella helada noche, DongHae lloraba inconsolablemente por su hermana, la hermana que prácticamente Siwon había matado. Finalmente optó por permanecer ahí, en aquel callejón oscuro, se sentó frente a DongHae, sin decir nada, esperando a que el chico decidiese levantarse e irse.

-         Ella escribió una carta… - dijo DongHae luego de varios minutos – decía que entendía perfectamente que lo que habías hecho fue porque no querías herirla más… “hubiese aguantado cualquier cosa con tal de recibir una de sus caricias, pero mi amor le hacía tanto daño, el que lo amara de esa manera lo lastimaba también” – recitó DongHae las palabras escritas en la carta – “… pensé que todo estaría bien, pero simplemente ya no puedo aguantarlo más, ya no.” – DongHae permanecía con la cabeza viendo al suelo, aun las lágrimas caían desde su rostro hasta el concreto - ¿A quien se supone que iba a culpar entonces? Si ella misma se echó la culpa de todo… pero aún así, sentí que tenía que odiarte, debía alguien pagar…
-         Yo debo pagar… DongHae.
-         Nadie debe pagar por las decisiones de otros… yo entiendo eso y puedo decirlo aún ahora en esta situación – DongHae levantó la mirada, sus ojos estaban enrojecidos e hinchados – Pero… a pesar de que entiendo esto, no puedo disminuir ni un poco mi dolor, mi odio, mi rencor… sabiendo esto fui contigo a decirte.
-         Yo amaba a tu hermana…
-         Lo sé. Ella te amaba a ti…
-         Lo sé.

Luego de aquello, todo permaneció en silencio en aquel callejón. Ninguno de los dos se atrevió a decir una sola palabra, pues nada de lo que dijeran podría cambiar algo de lo sucedido, porque cuando alguien muere, con esa persona se va todo, el amor, los recuerdos, la felicidad, todo. Todo se va para siempre. No se puede culpar a nadie por las acciones que uno mismo decide, no se puede cambiar el hecho de que alguien ya no está. No importa cuanto lo ames, no importa cuanto lo extrañes, cuanto desees morir de tristeza. No se puede ni se podrá.