domingo, 23 de enero de 2011

[SiHae] After he said I love you

Título: Después de que él dijo te amo
Fandom: SiHae
Tipo: Oneshot
Advertencias: No
Clasificación: [PG]
Comentarios:
Este es el final de "One Step" y "Two Steps"


After he said I love you

DongHae llegó ese día a su casa más temprano de lo normal, se había excusado con el profesor alegando que se encontraba “indispuesto” para continuar con sus labores de aquel día. El camino a casa fue incómodo y doloroso, ya que su andar era extraño por culpa de un joven al que odiaba llamado Choi Siwon. Tuvo que regresar a pie pues le daba vergüenza que la gente del metro lo observara andando como si se acabara de bajar de un caballo y… además no podía sentarse. Cuando finalmente llegó a casa, DongHae estaba física y mentalmente exhausto.

-         Oh… llegas temprano – Jessica, la hermana menor de DongHae se asomó desde la cocina al escucharlo llegar.
-         Si, no me sentía bien y pedí que me dejaran salir antes  - DongHae colgó su mochila en el perchero y se quitó sus zapatos, pasó junto de su hermana y se disponía a subir las escaleras.
-         ¿Por qué caminas gracioso? – DongHae se sonrojó de inmediato y alterado se volteó.
-         E-es que me he caído de sentón en clase de atletismo.
-         Pero hoy no tienes clase de atletismo… - Jessica lo miraba con aire sospechoso, ella era muy despierta y era muy difícil engañarla – No me digas que…
-         ¿Qué? ¿Qué te estas imaginado?
-         Puede ser que…
-         ¡No, no es eso! ¡No es lo que tu crees! – Jessica se cubrió la boca sorprendida y emocionada al mismo tiempo y se rió.
-         ¿Fue ese tal Choi Siwon verdad?
-         ¿Qué? P-por supuesto que no ¡Jessica!
-         Siempre supe que se gustaban, solo era cuestión de tiempo…

 DongHae intentó reclamar pero Jessica ya se había ido a la sala a ver televisión. Estaba totalmente avergonzado y con el rostro enrojecido y caliente, estaba furioso con Siwon por haberlo violado…

“¿El me violó?” se preguntó DongHae, entonces su rostro se relajó un poco pero el sonrojo no disminuía. Choi Siwon no lo había violado, DongHae había consentido a todas y cada una de las cosas que habían hecho en aquel salón de clases y también…

-         El dijo que me amaba…
-         ¡¿QUÉ?! – el gritó de exclamación de Jessica hizo que DongHae diese un brinco del susto, ella había tirado el vaso con agua que acababa de traer de la cocina  y estaba con la boca abierta – Sabía que le gustabas, pero no a ese grado… Entonces… ustedes dos… - una sonrisa se dibujó en el rostro de la chica.
-         ¿C-cómo sabías que le gustaba?
-         A ti también te gusta.
-         ¡Claro que no!
-         ¡Claro que si! Tonto, hablas de él todo el tiempo “Choi Siwon esto, Choi Siwon lo otro…”  Te gusta.
-         ¡Ya te dije que no es así! Además ¿Cómo sabes tu lo que Siwon siente?
-         Porque he hablado con el y estaba igual “Lee DongHae esto, Lee DongHae lo otro…” lo que ustedes interpretaban como odio, no es más que el simple deseo de llamar la atención del otro. Es un tipo de amor algo masoquista pero muy común en jóvenes de su edad… - DongHae se acercó a Jessica y tocó su frente con rostro preocupado.
-         Sica, por favor… deja de fumar lo que sea que estés fumando – la chica enojada, tomó el brazo de su hermano mayor y lo retorció tras su espalda.
-         ¡Ah! ¡Duele, duele, duele…! ¡Perdón Sica, perdón! – ella lo soltó y se alejó molesta.

DongHae subió a su habitación, a pesar de que no quería estar de acuerdo con Jessica, debía de admitir que hasta cierto punto sus palabras tenía lógica. Además, aquel sentimiento de deseo que había sentido por Siwon no fue falso, había deseado que lo besara, que lo tocara… en ese instante en el que solo eran ellos dos y le había gustado… quizá demasiado.

A la mañana siguiente, el cielo había amanecido nublado y hacía bastante frío, la lluvia caía leve sobre las calles. El despertador de DongHae sonó haciéndolo levantar de golpe, no le costaba demasiado despertar. A pesar de todo lo que había en su cabeza el día anterior, no tuvo ningún problema para dormir y el dolor que sentía en la parte trasera baja de su cuerpo se fue luego de tomar un baño caliente (consejo de Jessica), por lo que su sueño había sido reparador e incluso placentero. Se extrañaba, pues creía que su mente y consciencia no iban a dejarlo en paz después de haber tenido relaciones con otro hombre,  y más si aquel hombre era su eterno y odiado rival, Choi Siwon. Era como si su organismo le dijese que no había hecho nada malo, que aquel acto no era algo por lo cual sentirse culpable.

Se cepilló los sientes, se puso su uniforme y fue al cuarto de su hermana. Ella estaba recostada boca arriba con un brazo sobre su cabeza (ella siempre dormía de esa manera), su despertador había dejado de funcionar luego de tantos golpes proporcionados por la chica y su celular sonaba debajo de su almohada.  DongHae abrió las cortinas dejando que el sol golpeara el rostro de su hermana, esta emitió un quejido. Luego tiró de las sabanas de Jessica.

-         ¡Despiértate ya!
-         ¡No quiero! – Jessica se dio la vuelta y quedó boca abajo.

DongHae comenzó a hacerle cosquillas, la chica se retorció de risa y cuando, Hae se detuvo le arrojó una almohada en el rostro.

-         Sica, voy a hacer el desayuno, tu resfriado se ha ido así que nada de faltar a la escuela, te quiero abajo en 5 minutos. ¿Entendido?
-         . . .
-         ¡¿ENTENDIDO?!
-         Seee...

Una vez ambos desayunados, bañados y vestidos para ir a la escuela, DongHae y Jessica salieron a la calle. Las amigas de Jessica la esperaban en la puerta como siempre, pero esta vez, había alguien de más esperando afuera. Sunny y SooYoung (las amigas de Sica) estaban muy juntas la una con la otra escondidas detrás del poste de luz de enfrende de la casa, sonrojadas observaban la figura de un muchacho unos dos años mayor que ellas, alto y de porte atractivo que se encontraba parado frente a la puerta de casa de su amiga.
-         ¡Oh! Hola, Siwon oppa – saludó Jessica.
-         Hola, Jessica-ah – saludó el otro con cortesía, luego su mirada se posó en DongHae quien no salía de su asombro – Hola, DongHae…
-         ¿Por qué estas aquí? – preguntó Hae algo tosco.
-         De verdad eres tonto, vine por ti. ¿Acaso no es obvio? Debo tomar responsabilidad de mis acciones, por lo que debo cuidar de ti – Jessica rió, pero al recibir la mirada asesina de su hermano se alejó corriendo con sus amigas.
-         ¡DongHae! Nos adelantaremos para que puedas hablar con Siwon oppa – y a una velocidad increíble las chicas desaparecieron cuchicheando.
-         ¿Por qué a ti te dice oppa y a mi no?
-         Por que yo si merezco respeto.
-         ¡¿Qué?!
-         Tranquilo, es broma… ¿Nos vamos? – ofreció con un elegante gesto. DongHae asintió de mala gana.
-         Que me queda…

Mientras caminaban, DongHae se sentía terriblemente incómodo, era la primera vez que iba lado a lado con Siwon sin estar discutiendo el uno con el otro. De vez en cuando se dedicaban miradas furtivas el uno al otro pero no intercambiaban palabras, no era una situación a la que estuviesen ambos acostumbrados. Quizá habría que hablar de lo que había sucedido…

-         Siwon… - DongHae se detuvo, Siwon igual.
-         Dime.
-         Sobre lo de ayer… ¿Qué vamos a hacer ahora?
-         Ya te dije que me haría responsable.
-         ¡No es que me hayas dejado embarazado o algo asi! – DongHae se había molestado. Siwon en cambio rió.
-         No, no… no tan así, que bueno que no puedes embarazarte, sino en que lío estaríamos ¿No?
-         No te desvíes del tema, Siwon…
-         Pues lo que vamos a hacer es que… - Pero DongHae salió corriendo hacia un callejón donde había un montón de cajas – Si, claro, gracias por dejarme hablando… - Siwon lo siguió, DongHae se había agachado y buscaba entre las cajas - ¿Se te perdió algo?
-         ¡Mira! – DongHae se volteó hacia Siwon y entre sus manos había un pequeño gatito de unos 3 meses de edad de color negro y ojos verde grisáceo.
-         ¿Un… gato?
-         Por supuesto que es un gato, tonto, ¿Creíste que era un manatí o algo asi?
-         Ha ha chistoso… Déjalo ahí, tenemos que ir a la escuela, DongHae ¿me estas escuchando? – El chico acariciaba al minino quien jugueteaba a su alrededor.
-         No podemos dejarlo aquí… ¿Y si un perro se lo come?
-         ¿Bromeas verdad? No podemos llevarlo a la escuela y quizá su madre venga por el…
-         Pero los gatitos tienen normalmente muchos hermanitos, este esta solo…
-         Quizá los demás no sobrevivieron y la mama solo cuida de este.
-         ¿Pero y si la mama murió también?
-         Entonces será un destino que tendrá que afrontar…
-         Que malo eres… es un gatito – DongHae lo sostuvo frente a Siwon, el animalito soltó un maullido y miraba fijamente a Siwon, este miró a ambos y meditó unos instantes, era definitivo que no podían llevarlo a la escuela, pero era cierto que si lo dejaban ahí, probablemente no lo verían de nuevo.
-         ¿Por qué no lo llevamos a tu casa?
-         ¡Buena idea! Pero… a mi mamá no le gustan los gatos, me va a matar cuando regrese del trabajo…- entonces, con ojos de borrego a medio morir, DongHae miró a Siwon suplicante - ¿No podrías…después de clase… llevarlo a…?
-         ¡Jamás!
-         Por favor… anda. ¿SI? – parecía que hasta el gato lo miraba suplicante. Siwon se llevó las manos a la cara y soltando un fuerte suspiró asintió resignado.
-         De acuerdo, pero démonos prisa o no nos dejarán entrar. DongHae dio un brinco de felicidad.
-         ¿Escuchaste Miinah? – le preguntó Hae al minino.
-         ¿Miinah?
-         Así se llama la gatita.
-         ¿Cómo sabes que es gatita…?
-         Tiene cara de gatita.

Siwon prefirió no objetar más y mejor darse prisa de vuelta a casa de DongHae. Una vez dentro, DongHae subió al animal a su habitación y lo colocó en el suelo. Siwon, aunque no terminaba de estar de acuerdo con la situación, estaba contento de ver a Hae feliz por tener al gatito en su casa. El gatito jugueteaba en el suelo con todo lo que alcanzaba a ver, DongHae se sentó en la cama y Siwon se sentó a su lado.

-         Yo te amo, DongHae… - aquellas palabras hicieron que el corazón de DongHae diera un vuelco – Lo estuve pensando mucho anoche, lo que te dije… al principio, pensaba que era una tontería que sintiera eso pues, durante mucho tiempo tu y yo no hacíamos más que discutir, pelear por tonterías y mi idea de ti era que eras solo un niño tonto… Pero, cuando paso eso… ya sabes, cuando pensamos que el guardia iba a descubrirnos…
-         No pudiste dejar de pensar en mi… - terminó DongHae quien escuchaba atentamente.
-         Es que es precisamente de eso de lo que me di cuenta… Siempre pensaba en ti, no importaba si era algo bueno o algo malo, siempre incluso antes desde aquel incidente, siempre pensaba en ti…

 DongHae no estaba seguro de cómo responder a aquello, las cosas entre ambos habían sucedido demasiado rápido, hace dos días estaba seguro de odiar a Siwon y ahora se encontraba con el, a solas en su habitación, lleno de sentimientos extraños porque no estaba ya del todo seguro si le desagradaba tanto o no.  Así que optó por permanecer en silencio, sintió como la mano de Siwon acariciaba su rostro con suavidad y luego como poco a poco el cuerpo de este se fue acercando para abrazarlo. El calor del cuerpo de Siwon se sentía bien en un día frío y nublado como aquel, el olor de su perfume era tan agradable y relajante que DongHae simplemente se dejó abrazar.  Luego sintió como el cuerpo de Siwon se dejaba caer sobre la cama llevándolo consigo. Ahí estaban los dos, abrazándose fuertemente. Siwon se separó lentamente y se colocó boca arriba, DongHae no se movió.

-         Estuve pensando que… quizá deberíamos intentarlo – habló Siwon cuya mirada se posaba en algún punto del techo.
-         ¿Intentar qué? – cuestionó DongHae quien no estaba muy seguro de que sucedía.
-         No te hagas el tonto.
-         No es eso… es sólo que… todo esto va demasiado rápido. Hasta hace unos días estaba seguro de odiarte y ahora… y ahora…
-         ¿Y ahora…? – hubo silencio, Siwon esperó una respuesta pero no la hubo, así que dio un giró y se colocó justo encima de DongHae, mirándolo fijamente - ¿Y ahora que es lo que sientes por mi? – DongHae hizo a un lado la mirada sonrojado.
-         No lo sé – contestó. La mano de Siwon sujetó su rostro y lo obligó a verlo de nuevo.
-         Yo sí se lo que siento… - se agachó lentamente sobre el chico, besándolo.

Al principio, fue un beso labio con labio, inocente. Pero poco a poco se fue transformando en algo más, un beso más profundo. Siwon dejó caer su cuerpo sobre DongHae y sus piernas se entrelazaron, los brazos de DongHae rodearon el cuello de Siwon mientras las manos del más alto acariciaban el cuerpo de DongHae con urgencia. El beso se rompió, permitiendo a ambos respirar.

-         Toda la noche de ayer, no podía pensar en nada más que hacerte todo lo que hicimos una y otra vez – DongHae pareció algo incómodo.
-         Eres un poco pervertido…
-         ¡Hey…! Tengo 19 años, mi apetito sexual es grande.
-         Entonces… ¿Pensaste en tener sexo conmigo toda la noche?
-         Podría decirse, si…
-         ¿Y te tocabas mientras pensabas en mí?
-         Oh… ¿De verdad quieres saber? ¿Quién es el pervertido ahora?
-         S-sólo es curiosidad…

Siwon sonrió y volvió a besar a DongHae, repartiendo besos por su rostro y cuello hasta que llegó a una de sus orejas, donde seductoramente susurró.

-         Me vine 4 veces seguidas pensando en todo lo que te haría si te tuviera de nuevo de aquella manera…



[SiHae] We cannot erase the past

Titulo: No podemos borrar el pasado
Fandom: SiHae, WonFany
Tipo: Oneshot
Advertencias: Lenguaje inapropiado, suicidio
Clasificación: [PG-17]

We cannot erase the past


Ella era preciosa. Preciosa, esa era la única palabra que le venía a Siwon cuando sus ojos se posaban sobre aquella chica, delgada, bastante alta para ser mujer, cabello lacio oscuro lo suficientemente corto como para cubrirle las mejillas pero no lo suficientemente largo como para tocar sus hombros. Su piel era blanca y su aroma irresistible. Vestía el uniforme femenino de la escuela donde Siwon estudiaba pero jamás en su vida la había visto ¿Era nueva? ¿Había tomado prestado el uniforme de alguna otra chica?  La señorita no había dicho palabra alguna desde que pocos minutos de concluidas las clases se presentó frente a Siwon con mirada seductora y movimientos que demostraban cierto cachondeo y seducción. Siwon reconocía esas miradas, pues las chicas con las que se acostaba solían seducirlo de aquella manera, contoneándose, levantándose un poco las faldas para descubrir un poco sus piernas, sonriendo, soltándose el corbatín… ninguna de aquellas muchachas era algo más que compañeras de una noche, y no era que especialmente le gustara alguna, solo elegía a las que le parecían bonitas y a las demás las ignoraba… pero en esta ocasión todo era un tanto diferente, la chica que se presentaba ante sus ojos era… preciosa.

Siwon, quien se encontraba de pie apoyado contra el pizarrón, observaba a la fémina la cual se encontraba sentada en uno de los pupitres del frente, observándolo. Un rostro afilado, unos ojos brillantes y labios perfectos. Cuello largo y piernas bien torneadas… un rostro imposible de describir. Lo único que aquella mujer tenía que podía catalogarse como “defecto” era la escasez de pecho, de hecho era casi nulo. Pero cuando Siwon dio unos pasos hasta quedar a pocos centímetros de ella, alcanzando a oler el aroma de su cabello, la esencia que emanaba de su piel, aquello pasó a ser un insignificante detalle. Siwon la miró directamente a los ojos y le sonrió de lado, ella devolvió la sonrisa y no opuso resistencia alguna cuando la mano de Siwon acarició su rostro, como había predicho el joven,  la piel de la mujercita era suave, delicada.

-         ¿No vas a decir nada? – preguntó mientras sus caricias bajaban del rostro al cuello, sentía como el cuerpo se le calentaba poco a poco. La chica no emitió sonido, se limitó a sonreír graciosamente y negar con la cabeza. Era misteriosa y eso a Siwon le fascinaba - ¿Entonces… - prosiguió con las caricias, tocó sus labios – esta bien que haga esto?

No esperó respuesta, pues de alguna manera predecía que no habría ninguna, sujetó a la niña de una manera algo brusca y le asestó un beso, un beso que fue profundo desde el principio, transmitía vigorosidad, pasión y deseo, características de un joven de su edad, inagotable, insaciable. La boca de la chica era una húmeda cavidad de ensueño, un sabor delicioso, demasiado perfecto. Mordía sus bellos labios y entrelazaba la lengua con la de ella, chupando, succionando… las piernas de la chica rodearon las caderas de Siwon, dándole el permiso de acariciarla un poco más, sus brazos, su espalda… comenzar a desabrocharle la molesta camisa que le impedía profundizar el contacto. Mientras tanto, las manos de aquella chica se habían colado bajo la playera de Siwon, acariciando los abdominales del muchacho y sintiendo cada milímetro de la piel del pecho. Cuando Siwon estuvo a punto de meter la mano bajo la blusa de la chica para acariciarle los pechos ella lo empujó súbitamente, algo asombrado por aquella acción, Siwon retrocedió dos pasos. La miró con expresión sorprendida, pero ella no parecía molesta, al contrario se veía tan dispuesta y sonriente como al principio, Siwon intentó acercarse una vez más, pero la chica utilizó su pie para detenerle el paso.
-         ¿Qué sucede…? ¿Tienes alguna idea en mente? – la señorita asintió a las preguntas y se puso de pie, rodeó a Siwon desnudándolo con la mirada y cuando quedó de espaldas a el se pegó contra su cuerpo, hundiendo el rostro en la amplia espalda del muchacho. Acarició los bien formados brazos, se paseo por sus estrechas caderas y acarició su trasero con picaresca, a Siwon esto lo había excitado demasiado ya, y una palpitante erección comenzaba a surgir en sus pantalones - ¿Sabes…? Ahora estoy un poco excitado… - le comentó a la chica, con la esperanza de que ella lo dejara tocarla de nuevo.

Ella se dio la vuelta para quedar frente a el y tomó su mano, guiándolo hasta el pupitre donde ella estaba sentada anteriormente y lo hizo sentar, con una seductora sonrisa se arrodilló frente a el y comenzó a desabrochar sus pantalones con extrema destreza y rapidez, pronto el miembro erecto de Siwon estuvo expuesto y cuando menos se lo esperaba este se encontraba dentro de la boca de aquella misteriosa señorita.

Siwon estaba sorprendido, excitado y maravillado con ella. Era increíble, era toda una zorra experta. Mordía, lamía, chupaba y succionaba su erección como si fuese el dulce más delicioso y aquel delicado rostro su contorsionaba de placer y se enrojecía de lo que parecía ser una falsa vergüenza. Con todo y eso, la visión de aquella chica practicándole sexo oral solo hacía que se excitase aún más. Cuando sintió que era suficiente o la cosa terminaría demasiado pronto, sujetó el rostro de la chica lo alejó de su entrepierna. Ella obedeció y se incorporó frente a él, la niña sudaba un poco, de sus labios se podían observar húmedos.

-         Ven acá – ordenó el con cierta amabilidad, ella sonrió y rodeando el cuello de Siwon con sus brazos se besaron de nuevo.

Siwon recorría la espalda de la chica, y bajó hasta acariciar sus nalgas por encima de la falta y luego levantó esta para sentir la piel bajo la tela, era como esperaba, tersa, deliciosa. ¿Cómo podía besar tan bien…? Pero algo extraño sucedió. Cuando el miembro de Siwon rozó con la entrepierna de la niña, sintió algo que no se supone que debiera sentir. Rompió el beso y la miró a los ojos, ella sonreía, como si aquello le pareciera divertido. Siwon se levantó de golpe y la empujó hasta acorralarla contra la pared, llevó sus manos a los desarreglados botones de la blusa y prácticamente se los arrancó, abrió la blanca tela para descubrir el “escaso” pecho de la chica con quien estaba agasajándose y… nada, no había absolutamente nada más que un par de sonrosados y erectos pezones sobre unos pectorales perfectamente planos.

-         Tú… - Siwon estaba en shock – no puede ser – se dijo más a si mismo que a la “chica”.
-         ¿Qué no puede ser? – finalmente habló, una voz si bien no gruesa, definitivamente era masculina. Siwon tragó saliva - ¿Esto no puede ser? – la chica se había levantado la falda, revelando aquella cosa extraña que Siwon había sentido, era la visión clara de un pene perfectamente bien erecto.
-         Eres un chico…
-         Exactamente – el rostro de la sonriente señorita se había transformado en el de un frío muchacho, un tono gélido en sus palabras – Pero ¿Cómo habría de darse cuenta alguien como tu? Después de todo, parece que te tiras todo lo que te sonríe…
-         ¿Y tú que demonios sabes de mi? – Siwon estaba irritado, ofendido, se sentía engañado, ultrajado. Apretó los puños con ira.
-         Sé lo suficiente, Choi Siwon – odio, rencor. Eso era lo que Siwon pudo sentir de la voz de aquel precioso muchacho parado frente a él – No eres más que una basura asquerosa, un mujeriego sin corazón, una escoria… - Siwon se sintió amenazado, estaba enfadado si, pero algo le decía que debía ser prudente.
-         Yo no sé que demonios te pase, ni por qué has hecho esto… ni siquiera te conozco… - la voz de Siwon temblaba un poco.
-         Tu a mi no me conoces, pero yo a ti te conozco muy bien… - frío, mucho frío.
-         Mira, yo no soy gay…
-         ¡Cállate! – Siwon retrocedió, el rostro bello del chico se contorsionó en odio, en desprecio - ¿Crees que todo el mundo esta enamorado de ti? Esta es la realidad… - el chico comenzó a caminar hacia el con amenazador semblante, Siwon solo retrocedía – tu crees que puedes ir por ahí seduciendo a quien sea y que no habrá consecuencias, ¿verdad? Una puta tras otra, una puta tras otra… - Cuando la pared detuvo el avance de Siwon, su adrenalina se disparó, el chico se acercó hasta quedar a milímetros de él – Vas a pagar por lo que has hecho…
-         Yo a ti no te he hecho nada… - respondió intentando sonar lo menos asustado posible.  El muchacho sonrió.
-         Eso piensas tu… le has hecho algo terrible a ella…
-         ¿Ella? ¿De quién hablas?
-         Tiffany – Siwon permaneció en silencio, el nombre lo reconoció de inmediato, ella era la única chica que el mismo había seducido, era bella, encantadora, inocente, adorable… tonta. La vio y supo que iba a acostarse con ella, como fuera. Pero Tiffany había resultado ser el tipo de chica que más odiaba, recatada y bien portada. Así que tuvo que recurrir a sus encantos de “príncipe” para conseguir sus favores, y finalmente, como siempre sucedía, la tuvo.
-         Ella aceptó tener sexo conmigo, yo no la obligué…
-         Tiffany era tan buena, ella siempre ayudaba a todos, estudiaba duro, ayudaba en su casa, salía con sus amigos, soñaba que algún día tendría su propia vida… - la voz del chico parecía partirse y sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no derramó ni una – Y tu… - Los ojos del muchacho se posaron con odio sobre los de Siwon – tu le quitaste todo eso ¿Cómo pudiste? Seducirla y después botarla como si no significara nada… no eres nada más que mierda.
-         Escúchame bien – finalmente Siwon se había hartado – lo que le haya pasado a esa niña estúpida, no es mi problema, ella aceptó acostarse conmigo, no hice nada que ella no quisiera, si después no fue capaz de entender que no significaba nada para mí, es problema de ella… - Siwon se alejó de la pared y se dirigió a la puerta.
-         Ella te amaba – se escuchó. Siwon se detuvo.
-         No es mi problema – contestó – yo no la amaba, quería tirármela y lo hice, eso es todo. Así que dile a tu noviecita que deje de actuar como una retrasada y que lo superé de una buena vez…
-         Ella no era mi novia… - una voz seca se produjo en la garganta del chico – era mi hermana – Siwon se sorprendió, se dio la vuelta para mirar a aquel muchacho a la cara, no había expresión en su rostro – Y ya no hay forma de que pueda decirle nada… - Siwon tuvo una sensación extraña, ¿Podría ser que…? No, era demasiado.
-         No me digas… que… - sintió un sudor frío caer por su rostro.
-         Esta muerta. Se suicidó hace dos meses… y todo porque te amaba demasiado.

Un golpe. Fue como si un golpe muy fuerte hubiese sido asestado en su cara, su boca se secó de pronto y su corazón se detuvo. Tiffany se había suicidado. Se sostuvo del marco de la puerta pues sus piernas le temblaban. Ella se había matado… por su culpa. De pronto los recuerdos bombardearon su cabeza, su sonrisa, su color de cabello, sus ojos, como lo miraba, la manera inocente y dulce con la que hablaba… como lloró cuando se acostaron la primera vez. ¿Esa chica estaba muerta ahora?

El hermano de Tiffany permanecía ahí, de pie frente a él sin mostrar sentimiento alguno, dio unos pasos hacía Siwon, el eco de estos retumbaron en su cabeza. Se acercó tanto que pudo sentir su respiración golpear su oído. Y sus palabras se grabaron en su memoria como si fuesen puestas ahí con un cincel.

-         Lee DongHae, acuérdate de mi nombre porque… vas a arrepentirte de lo que le hiciste a mi hermana.

DongHae se fue y Siwon permaneció ahí, con los ojos bien abiertos y casi sin respirar, era como si su cerebro se hubiese detenido en ese momento. Sintió como sus fuerzas lo abandonaban, dejándose resbalar hasta quedar sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared. Miró a la luna que comenzaba a aparecer desde la ventana del salón de clases y lloró.  Siwon no volvió a casa esa noche, se quedó ahí… acordándose de aquella chica, la única chica por la que tuvo que ir alguna vez, la única chica que había amado.

En su mente se reproducían una y otra vez los recuerdos… el se enamoró de ella un día. Ya la había visto antes, estudiaba en aquella escuela y era un año más grande que él. Pero era el tipo de chica que estaba fuera de su liga, demasiado buena, demasiado preciosa, demasiado inocente. Pero la vida muchas veces nos lleva a lugares que no deseamos, y cuando se dio cuenta se encontraba platicando con ella, escuchando su risa, riendo con ella. Nunca había sido así una relación con una chica, a ella le importaba algo más que su aspecto, le importaba él. Y así pasó… pero, a pesar de que la quería, a pesar de que probablemente incluso la amara, era incapaz de mantenerse lejos de otras mujeres, veía a Tiffany llorar por aquello, le pedía disculpas y ella siempre lo perdonaba, pero al final todo era lo mismo, volvía el mismo ciclo… finalmente, porque la quería demasiado… se vio obligado a apartarla, Tiffany jamás lo dejaría, le perdonaría todo, tuvo que ofenderla, empujarla, humillarla, decirle que no era más que otra puta más que usaba para satisfacerse… y finalmente, ella se fue.

-         Pensé que así serías feliz… Tiffany.


Los siguientes 3 días, Siwon se dedicó a averiguar todo lo que pudiese sobre Lee DongHae. Averiguó que tenía exactamente la misma edad que él, que vivía solo pues su única familia era su hermana. Trabajaba en una tienda de abarrotes y estudiaba en la escuela de la región norte, no tenía muchos amigos y era dentro de lo que había averiguado un muchacho tranquilo y de pocas palabras. Mientras todo esto sucedía, Siwon perdió el sueño, simplemente no podía dormir, pues cada vez que sus ojos se cerraban a sus oídos solo llegaban las voces de aquellos hermanos. La chica que amaba había muerto por su culpa y su hermano, ahora completamente solo, quería vengarse. Debía de hacer algo.
Una tarde, fue a la escuela de DongHae, esperó a fuera hasta que lo vio salir y lo siguió. La tarde estaba desapareciendo tras el horizonte y las estrellas comenzaban a aparecer. Al principio iban acompañados de varios alumnos que regresaban a sus casas, pero poco a poco fueron disminuyendo hasta el punto que no eran más que ellos dos, DongHae y su persecutor, Siwon… Observaba como el muchacho caminaba con la cabeza gacha, las manos en los bolsillos y escuchando música, no parecía haberse percatado de su presencia. DongHae dobló en una esquina y Siwon se apresuró para no perderlo, pero cuando hubo dado la vuelta, su presa había desaparecido… Siwon dio unos pasos confundido, caminó a lo largo de la calle mirando en todas direcciones, pero no había rastro de DongHae, se había esfumado.

-         ¡Maldición! – maldijo dando un pisotón. Se disponía a dar la media vuelta cuando sintió como alguien lo sujetaba fuertemente de la chaqueta y lo jalaba hacia la oscuridad de un callejón. Si alguien hubiese presenciado aquella escena, hubiera pensado que Siwon fue tragado por la tierra. Un fuerte golpe contra la pared fue lo siguiente que Siwon pudo sentir, y cuando abrió los ojos el brillo de unos ojos se reflejaba en el filo de una navaja que se encontraba a pocos centímetros de su rostro – Lee DongHae… - pronunció, pero a pesar de la situación en la que Siwon se encontraba, el tono con el que dijo el nombre del chico era… tranquilo.
-         Vaya…  - habló DongHae – a pesar de lo que te dije tienes el atrevimiento de seguirme… pero bueno, ya que deseas ser castigado tan pronto – la navaja se acercó a su rostro tanto que ya podía sentir la afilada punta rozar su mejilla - ¿Debería empezar con tu cara?
-         Hazlo… - dijo sin rastro de duda en su voz. DongHae abrió los ojos como platos – He dicho que lo hagas… Para eso te he seguido.
-         ¿Qué dices? – DongHae no salía de su asombro.
-         Como lo escuchas… lo que sucedió fue culpa mía – las manos de Siwon sujetaron la mano que sostenía la navaja y la acercó a su rostro cortando su mejilla – no merezco nada mejor, no tengo nada que ofrecerte que pueda compensar lo que le hice a Tiffany…
-         No creas que no voy a hacerlo – le dijo DongHae, pero la voz le temblaba, su respiración era trabajosa – Te mataré.
-         He dicho que lo hagas… - las manos del mas bajo comenzaron a temblar – hazlo – dijo Siwon mirándolo con firmeza.
-         ¡L-o haré! – gritó DongHae con la voz quebrada - ¡Por tu culpa mi hermana esta muerta!
-         ¡Lo sé! – la firmeza de Siwon pareció quebrantarse, veía el rostro de DongHae y era como estar viendo a Tiffany cara a cara - ¡Yo la maté! ¡Yo soy el que hizo que esa hermosa sonrisa se apagara para siempre! ¡Fui yo! ¡Fui yo el que no fue capaz de hacer estupideces a pesar de que la amaba! ¡Fui yo el que le dijo que se largara! ¡Yo lo hice! – y con sus propias manos, profundizó el primer corte hecho en su mejilla, no sentía dolor.
-         Siwon… - los ojos de DongHae temblaban en la oscuridad.
-         ¡Mátame…! – ordenó. Las manos de DongHae temblaron.
-         No…
-         ¿Qué? – Siwon se sorprendió, DongHae había soltado la navaja y esta había caído al suelo.
-         No puedo matarte… - su voz estaba quebrada y sollozaba.
-         ¿Por qué no? Pensé que me harías pagar… por lo que hice – DongHae se alejó de él - ¡Oye! ¿No se supone que vas a hacer que me arrepienta?
-         Déjame… - se cubrió el rostro con las manos, desde ese punto, el muchacho le pareció tan frágil, tan lastimero – si te mato no va a remediar nada… yo sé eso, entiendo eso… pero ella te amaba.
-         Lo sé… - el corazón de Siwon se encogió.
-         Pensé que podría acabar contigo…pero, justo ahora… fui incapaz de hacerlo, no puedo hacerlo – las lágrimas resbalaban por su rostro – por que te veo y pienso en todo lo que Tiffany decía sobre ti, de lo bueno que eras, de lo dulce que le parecías… y  viéndote así, arrepentido, con el dolor reflejado en tus ojos… ¿Cómo se supone que acabe contigo? ¿Cómo se supone que me haga que te arrepientas cuando ya lo estas? ¿Cómo voy a acabar con el desgraciado que tanto amaba mi hermana? – Siwon lo miraba con tristeza, no había nada que cambiara lo que había sucedido, no había forma de que pudiese aliviar el dolor de aquel muchacho, su soledad.
-         Lo siento… lo siento tanto – no podía pensar en nada más. ¿Qué más podía decirle?

El muchacho comenzó a llorar con mas fuerza, Siwon vio como sus piernas le fallaban y como se dejó caer en el helado suelo, sollozando. Quería abrazarlo, tomarlo entre sus brazos y pedirle perdón hasta que sus labios sangrasen, pero… no tenía el derecho. DongHae lloraba ahí frente a sus pies, lloraba por aquella persona que ambos habían amado y que nunca volvería. Siwon pensó en irse, pero no pudo moverse del todo, sus pies no lo obedecían. Escuchaba como en aquella helada noche, DongHae lloraba inconsolablemente por su hermana, la hermana que prácticamente Siwon había matado. Finalmente optó por permanecer ahí, en aquel callejón oscuro, se sentó frente a DongHae, sin decir nada, esperando a que el chico decidiese levantarse e irse.

-         Ella escribió una carta… - dijo DongHae luego de varios minutos – decía que entendía perfectamente que lo que habías hecho fue porque no querías herirla más… “hubiese aguantado cualquier cosa con tal de recibir una de sus caricias, pero mi amor le hacía tanto daño, el que lo amara de esa manera lo lastimaba también” – recitó DongHae las palabras escritas en la carta – “… pensé que todo estaría bien, pero simplemente ya no puedo aguantarlo más, ya no.” – DongHae permanecía con la cabeza viendo al suelo, aun las lágrimas caían desde su rostro hasta el concreto - ¿A quien se supone que iba a culpar entonces? Si ella misma se echó la culpa de todo… pero aún así, sentí que tenía que odiarte, debía alguien pagar…
-         Yo debo pagar… DongHae.
-         Nadie debe pagar por las decisiones de otros… yo entiendo eso y puedo decirlo aún ahora en esta situación – DongHae levantó la mirada, sus ojos estaban enrojecidos e hinchados – Pero… a pesar de que entiendo esto, no puedo disminuir ni un poco mi dolor, mi odio, mi rencor… sabiendo esto fui contigo a decirte.
-         Yo amaba a tu hermana…
-         Lo sé. Ella te amaba a ti…
-         Lo sé.

Luego de aquello, todo permaneció en silencio en aquel callejón. Ninguno de los dos se atrevió a decir una sola palabra, pues nada de lo que dijeran podría cambiar algo de lo sucedido, porque cuando alguien muere, con esa persona se va todo, el amor, los recuerdos, la felicidad, todo. Todo se va para siempre. No se puede culpar a nadie por las acciones que uno mismo decide, no se puede cambiar el hecho de que alguien ya no está. No importa cuanto lo ames, no importa cuanto lo extrañes, cuanto desees morir de tristeza. No se puede ni se podrá.